Protestas estudiantiles en Chile paralizan centros educativos capitalinos
EFE
Decenas de estudiantes de secundaria protestaron este viernes y ocuparon varios centros educativos de Santiago de Chile para denunciar malas condiciones de infraestructura y mobiliario en las aulas tras la pandemia, y reivindicar una mejor educación pública.
Las movilizaciones, que terminaron con un joven detenido, comenzaron a las afueras del emblemático Instituto Nacional, en el centro, donde se reunió un grupo de adolescentes cubiertos con trajes blancos que gritaron consignas por una educación de calidad mientras trataron de echar abajo la reja del recinto.
En total son cuatro los liceos que se encuentran ocupados por sus estudiantes y dos los que tienen a sus alumnos en huelga, todos ubicados en los barrios de Santiago y Providencia, en la capital.
Diego Jaque, presidente del centro de alumnos del Instituto Nacional, denunció a medios locales la falta de mantenimiento en la infraestructura del establecimiento y agregó que se reunió con la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, para explicar sus demandas.
«Las salas están en riesgo de derrumbe, tenemos techos que no están completos, luces que no funcionan. Nuestro estudiantado está en riesgo (…) Como menores de edad, lo único que queremos hacer es dialogar», señaló otro joven, uno de los portavoces de la ocupación del Internado Nacional Barros Arana (INBA).
Se trata del tercer día consecutivo de movilizaciones, durante las cuales se registró el lanzamiento de bombas tipo molotov, la quema de un bus del transporte público al frente de una escuela el pasado martes, y un gran contingente policial que reprimió con violencia a los adolescentes.
PRIMERAS PROTESTAS ESTUDIANTILES DE LA ERA BORIC
Durante la mañana, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, anunció la inversión de 10.000 millones de pesos (11,7 millones de dólares) en infraestructura escolar.
La portavoz de Gobierno, Camila Vallejo, aseguró que el Ejecutivo asumió el pasado marzo «con un déficit muy grande en materia de la infraestructura de los establecimientos educacionales” y anunció una revisión de protocolos policiales para contener marchas estudiantiles.
«Cuando se trata de escuelas, cuando se trata de estudiantes, (las fuerzas del orden) tienen que tener pertinencia”, aseveró.
Estas son las primeras marchas estudiantiles de la administración del progresista Gabriel Boric, un exlíder estudiantil que asumió la Presidencia hace 50 días y cuya reivindicación insigne siempre ha sido mejorar el sistema educativo.
«En este Gobierno, los estudiantes que quieran dialogar van a tener las puertas abiertas. Los que quieran quemar buses o utilizar medios violentos para defender sus reivindicaciones, tendrán que responder ante la ley como corresponde”, aseguró el pasado miércoles.
En la historia reciente de Chile, las grandes movilizaciones han estado precedidas de protestas estudiantiles, como las potentes marchas por una mejor educación pública de 2011 o 2006 -conocida como la Revolución Pingüina-, o incluso, la crisis social de 2019, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos.
Esa ola de masivas protestas, que gatilló un proceso constituyente, comenzó precisamente como una protesta de estudiantes de secundaria que llamaron a saltarse el torniquete del metro tras una subida en el precio del billete. EFE