Pros y contras del uso de protectores diarios
800 Noticias | Foto: Referencial
Transpirar y segregar fluidos son acciones normales de la biología humana. Sin embargo, en nuestra sociedad se ha otorgado un gran valor al aseo personal, llegando a costumbres que pueden ser peligrosas para la salud.
La vagina es una de las zonas que presentan fluidos durante el día. Es normal. No obstante, muchas mujeres prefieren sentirse secas, limpias y con buen aroma como si cada segundo estuvieran saliendo de la ducha. Para ello, echan mano del uso de protectores diarios que las ayudan a sentirse seguras.
Hay que tener cuidado porque estas toallas pequeñas son un arma de doble filo: pueden resultar útiles si se están intercambiando cada tres horas o para los días de mayor flujo; pero el uso inadecuado puede provocar infecciones.
La humedad de la vagina más a la presencia de un protector podría de alguna manera proporcionar un hábitat apropiado para la colonización de la población de hongos y en menor grado de bacterias y de esta manera aumentar el riesgo de infecciones vaginales frecuentes o recurrentes.
Lo ideal, es usar protectores diarios solo cuando sea necesario, por ejemplo, a finales de la menstruación cuando el sangrado es escaso, cuando se está ovulando y hay más húmeda, posterior a algún procedimiento ginecológico o sencillamente en un día especial que quiera sentirse fresca y segura.
Con información de La Nación
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