Promulgan polémica ley insignia de desarrollo rural
AFP
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, promulgó este viernes su ley insignia de promoción rural, que habilita la explotación de más de 7 millones de hectáreas (el área de Irlanda), una decisión muy cuestionada por la oposición de izquierda y la guerrilla FARC.
«Esta es la ley más audaz de nuestra historia para garantizar el desarrollo del campo. Iniciamos el camino para convertirnos en la despensa de alimentos del mundo», dijo el jefe de Estado en el acto de sanción de la normativa en el agrícola y ganadero departamento de Casanare (este), muy golpeado por el conflicto armado de medio siglo.
«Toda esta zona del país (…) que por causa del conflicto no ha tenido la inversión y el desarrollo que ha debido tener se nos presenta como una oportunidad», agregó.
La conocida como Ley Zidres (Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social) será reglamentada en un mes y designará áreas prioritarias para el desarrollo de la agricultura.
Esos 7 millones de hectáreas estarán repartidos en los Llanos Orientales (este), La Guajira (noreste), el Urabá Chocoano y la Mojana, todas con fuerte vocación agrícola, pero muy afectadas por la conflagración interna, iniciada en los años 1960 como una sublevación rural.
La guerrilla de las FARC, que anunció junto al gobierno sellar la paz definitiva a más tardar el próximo 23 de marzo, ha cuestionado la ley Zidres.
«Las Zidres son zonas de ‘concentración’ de tierras… una puñalada artera a la Reforma Rural Integral acordada en La Habana», aseguró en diciembre en Twitter el líder guerrillero y jefe de la delegación de paz de las FARC en La Habana, Iván Márquez.
En el acto, al que asistieron entre otros el director general de la FAO, José Graziano Da Silva, el presidente Santos recordó el acuerdo parcial de desarrollo rural integral, alcanzado en mayo de 2013 en el marco de las negociaciones de paz que el gobierno mantiene en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas).
El desarrollo rural ha estado en el centro del conflicto armado colombiano, que ha dejado hasta ahora unos 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados.