Prisión preventiva para policía chileno que dejó ciego a joven en protestas
EFE
La Justicia chilena ordenó este viernes prisión preventiva para el policía acusado de haber efectuado disparos de balines de goma que causaron la ceguera del joven Gustavo Gatica en el marco de las protestas sociales que comenzaron en Chile el pasado mes de octubre.
Durante una extensa audiencia de formalización, la jueza de garantía Marcia Figueroa determinó que el imputado llevó a cabo «un delito grave por la forma de la ejecución de los hechos», que encarna «un peligro para la seguridad de la sociedad» y que presenta «riesgo de fuga».
Con base a ello, la magistrada accedió a conceder la prisión preventiva para el acusado, tal como solicitó la Fiscalía, y dispuso un plazo de 90 días para que se investigue el caso.
Durante la sesión, el fiscal Francisco Ledezma presentó pruebas balísticas y registros audiovisuales y señaló que «el imputado se parapetó, y abusando de su cargo, con la intención de castigar, disparó la escopeta antidisturbios directamente al tercio superior del cuerpo de los manifestantes», a pesar de que «en el momento en que se despliega el disparo aludido, no existía riesgo alguno para la integridad (física) de Carabineros».
Debido a estos disparos, «Gustavo Gatica Villarroel resultó herido, mismas lesiones que determinaron la pérdida total de la visión en ambos ojos de la víctima», abundó el fiscal.
Vistas las pruebas y escuchados los argumentos, la jueza consideró que existió en Crespo «ánimo de causar una lesión grave e infligir dolor a una persona», lo que «se tradujo en una lesión grave gravísima».
«No cabe duda de que es él quien dispara el arma antidisturbios que ocasiona las lesiones, con los antecedentes vertidos en la audiencia», afirmó la magistrada.
Por su parte, el abogado defensor, Jorge Martínez, afirmó en la emisora local Radio Cooperativa que «en el momento preciso» de los disparos a Gatica su defendido no se encontraba en el lugar de los hechos, por lo que «no existe un delito de apremios ilegítimos en ningún caso y la conducta de los funcionarios estuvo totalmente ajustado a la ley».
EL ACUSADO YA HABÍA SIDO DESVINCULADO DE LA POLICÍA
El detenido, un antiguo alto mando de las Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile, identificado como el teniente coronel Claudio Crespo y al que la institución se refiere con el código «G-3», fue detenido en la madrugada de este viernes por orden de la Fiscalía Centro Norte.
Crespo había sido desvinculado de la institución policial a finales de julio pasado, tras una investigación interna que estableció un actuar irregular en la descarga de imágenes de la cámara de vídeo GoPro que portaba el día que el joven Gatica fue herido.
El Ministerio Público inició junto a la Policía de Investigaciones (PDI9 de Chile una indagación para esclarecer la posible autoría del expolicía en los disparos que dejaron ciego a Gatica.
Según los registros audiovisuales, en el momento de los hechos, se encontraban presentes tres agentes de Carabineros, dos de los cuales no tenían posición de disparo con respecto a la víctima, siendo Claudio Crespo, «el único que en esas circunstancias pudo causar las lesiones a la víctima», según la juez a cargo.
Tras conocerse las medidas cautelares, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, expresó que se trata de «un nuevo paso en el camino de la verdad».
«El caso Gatica es emblemático y en él se juega mucho en la causa por la verdad y la justicia para cientos de personas con lesiones oculares. El uso y abuso de las escopetas antidisturbios disparadas a la cara debe traer sanciones, reparación y garantías de no repetición», agregó Micco.
El acusado mantendrá la prisión preventiva por los 90 días que dura la investigación, pudiendo enfrentar penas de más de diez años de prisión si se le declara culpable.
UN CASO QUE HA DADO LA VUELTA AL MUNDO
El caso de Gustavo Gatica, estudiante que quedó ciego tras ser gravemente herido durante las protestas que estallaron en Chile el pasado mes de octubre, dio la vuelta al mundo y provocó duras críticas entre diversos organismos internacionales entre ellos la ONU y la propia Amnistía Internacional, que denunciaron el elevado número de mutilados oculares en las marchas.
En este contexto,decenas de personas se congregaron esta tarde en Plaza Italia, epicentro de las protestas, durante la celebración de la audiencia para exigir medidas cautelares para el exmiembro de Carabineros.
Los manifestantes lanzaron consignas en contra del Gobierno y de la policía uniformada, que recurrió a los habituales carros lanza-aguas para dispersarlos.
El estallido social que comenzó el pasado 18 de octubre de 2019 y que se pausó con la llegada del coronavirus el pasado mes de marzo, supuso la mayor crisis social desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y dejó una treintena de muertos y miles de heridos.