Primera presidenta eslovaca asume defendiendo a la UE y al medio ambiente
EFE
La apuesta por una Unión Europea (UE) fuerte, la lucha contra el cambio climático y la regeneración política han sido las «banderas» enarboladas por la abogada Zuzana Caputová al convertirse este sábado en la primera mujer que asume la presidencia de Eslovaquia.
«Europa, con nosotros como parte, debe ser un líder espiritual para combatir la amenazas mundiales», señaló en su discurso inaugural la nueva jefa del Estado tras prestar juramento al cargo ante los legisladores del Parlamento.
Caputová, que cumplirá 46 años el próximo viernes, hizo llamamiento a reforzar el club comunitario, así como a la OTAN.
Con su mensaje claramente europeísta hacia dentro y fuera del país en su primer acto como presidenta, Caputová se desmarcó de muchos de los líderes euroescépticos que dominan la escena política en Europa central, incluidos los tres socios de Eslovaquia en el Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría y República Checa).
La UE es una «una comunidad que une prosperidad económica con solidaridad social», defendió la flamante mandataria en la ceremonia celebrada en el histórico edificio de Reduta, sede de la Filarmónica Eslovaca.
La lucha contra el cambio climático ha sido otro punto central de las primeras palabras con las que esta madre de dos hijas divorciada ha delineado lo que divisa como su hoja de ruta en su mandato de cinco años.
Al calificar el calentamiento del planeta como una de las mayores «amenazas que enfrentamos», recordó el pronóstico del Banco Mundial de que 143 millones de personas pueden ser desplazadas de su hogar por el cambio climático hasta 2050.
«Hay que ralentizar el cambio climático, porque de lo contrario puede tener efectos sustanciales en Eslovaquia», espetó la abogada que en 2016 fue galardonada con el Goldman Environmental Prize en reconocimiento a sus catorce años de lucha contra un vertedero en Pezinok, su ciudad en las afueras de Bratislava.
«Ofrezco mi experiencia, sensibilidad y un sano interés activista. Ofrezco inteligencia, corazón y mis manos», añadió Caputová al abogar por un nuevo rumbo en el país que devuelva a la población la «confianza en las instituciones», seriamente dañada por la corrupción, los ataques a la prensa y la connivencia con el crimen organizado de altas esferas del poder.
Sin hacer una mención explícita al asesinato en 2018 del periodista de investigación Jan Kuciak, Caputová sí que denunció que la prensa es «a menudo vista como enemiga del Estado».
El crimen contra Kuciak, con quien Caputová había colaborado, desató una ola de protestas inéditas en el país, desencadenas por la aparente inoperancia de la justicia para sentar en el banquillo de los acusados a los responsables del doble asesinato del reportero y de su novia, ambos de 27 años.
Kuciak estaba a punto de publicar una investigación que desvelaba una red de la mafia calabresa ‘Ndrangheta y el hampa eslovaco vinculada a personas cercanas al entonces primer ministro, el socialdemócrata Robert Fico, quien se vio obligado a dimitir.
«La decencia y la transparencia» en la política fue el lema principal de la exitosa campaña con la que Caputová venció al candidato del gobernante Smer de Fico en las presidenciales de marzo pasado.
Si bien su experiencia política era prácticamente nula, contó, para convencer al electorado, con su pasado activista. Entre otros, participó en la campaña que en 2017 logró anular una amnistía decretada para altos funcionarios sospechosos de graves delitos.
Y hoy Caputová volvió a hacer una llamada para que todos sean iguales antes la ley y para fortalecer a los órganos de justicia frente a las interferencias de los poderosos.
Confundadora de la plataforma liberal de izquierdas Progresivne Slovensko, de la que se ha desvinculado formalmente tras ser elegida a la jefatura del Estado, Caputová se comprometió explícitamente a defender a las minorías del país como «presidenta de todos».
Prueba de este talante fueron las últimas palabras de su discurso inaugural, que pronunció en las lenguas más habladas del país, a saber, eslovaco, húngaro, romaní y checo.