«Primera línea» amenaza las elecciones en Colombia
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De acuerdo con el director general de la policía colombiana, el general Jorge Luis Vargas, hay alerta máxima frente a los planes de acciones violentas para el próximo 19 de junio.
El general Vergas, afirmó: “No nos interesa quién gane, tenemos información que, de no darse el resultado, delincuentes quieren promover la violencia”.
Y es que, para el director de la policía, esta violencia urbana desatada en los últimos años en el país, en medio de protestas, no es otra cosa que delincuencia pura.
Esa «primera línea»
En los barrios de zonas marginadas se gestó una forma de lucha denominada «primera línea» que, poco a poco, se convirtió en un nombre, en una identidad, una mezcla peligrosa que invadió las calles de violencia.
Una de las estrategias de este grupo son las ollas comunitarias, donde, a cambio de comida, ganan adeptos.
Según la Policía, a estos encuentros llegan todo tipo de personas, desde habitantes de calle, hasta extranjeros y exguerrilleros de las Farc.
Tal y como informó la Policía, la «primera línea» tiene presencia en toda Colombia. En Bogotá, por ejemplo, han estado en protestas en el puente de la Marichuela en Usme, en el Portal Américas y en Suba; no obstante, no son un movimiento organizado, pues actúan de manera independiente por zonas.
Con el pasar de los meses, este movimiento o forma de resistencia se convirtió en un monstruo que se aprovecha de las necesidades económicas de sus habitantes para reclutar adeptos; de acuerdo con las autoridades, a quien quiera sumarse a la protesta se le paga por la jornada entre $50.000 y $100.00 diarios.
Así opera la «primera línea»
La «primera línea» busca cualquier pretexto para realizar una convocatoria, usualmente, a través de las redes sociales; una vez se reúnen en un sector determinado, empiezan las provocaciones a la Fuerza Pública, desafiando a la autoridad hasta generar un enfrentamiento.
Explosivos, palos, ladrillos y hasta flechas, hacen parte del arsenal de este grupo, además del uso de rayos láser para que los policías no puedan ver y así poder atacarlos con papas bombas.
Según la Policía, integrantes de la «primera línea» se camuflan como prensa libre o defensores de derechos humanos y tienen identificados los puntos vulnerables de los uniformados, pues marcan en sus cartillas a qué punto deben dirigir sus ataques.
Con información de Impacto Venezuela.