Presidente de China lamenta atentados en Sri Lanka que dejan al menos dos chinos muertos
EFE
El presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro chino, Li Keqiang, condenaron los atentados en las iglesias y hoteles de Sri Lanka que han dejado más de 200 muertos, entre ellos dos ciudadanos chinos, y expresaron su solidaridad, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
En un mensaje al presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, Xi dijo sentirse consternado al enterarse de la serie de explosiones y envió sus «profundas condolencias» por las víctimas y su «sincera solidaridad a los heridos y familiares».
Xi agregó que «el gobierno y el pueblo de China respaldan con firmeza al pueblo de Sri Lanka y apoya firmemente el esfuerzo de su Gobierno para mantener la seguridad y estabilidad nacionales».
También el primer ministro chino, Li Keqiang, envió condolencias a su homólogo de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, por los ataques.
Por otra parte, el rotativo oficialista El Diario del Pueblo confirmó hoy que al menos dos ciudadanos chinos murieron por los ataques y que cuatro personas resultaron heridas, las cuales fueron enviadas a hospitales y se encuentran estables.
El medio añade que la embajada china en Sri Lanka ha comenzado un plan de emergencia para verificar la situación de los ciudadanos chinos que viven o se encuentran de visita en este país.
Sri Lanka vivió un sangriento Domingo de Resurrección con más de 200 muertos, entre ellos una treintena de extranjeros, y 450 heridos, tras una serie de atentados que golpearon tres iglesias en las que los fieles celebraban la festividad cristiana, cuatro hoteles y un complejo residencial.
Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma simultánea hacia las 08.45 horas (02.45 GMT) en tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en la oriental ciudad de Batticaloa.
Horas después, una séptima detonación tuvo lugar en un pequeño hotel situado a unos cien metros del zoo de Dehiwala, a unos diez kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial en Dematagoda, también en Colombo.