Presidente argentino dice que no hay prueba de que a fiscal Nisman lo mataron - 800Noticias
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EFE

El presidente argentino, Alberto Fernández, dijo este jueves que no hay una «prueba seria» que apunte a que «mataron» al fiscal Alberto Nisman, quien días antes de aparecer muerto, en enero de 2015, había señalado a la entonces mandataria y ahora vicepresidenta, Cristina Fernández, de encubrir terroristas.

Alberto Fernández hizo estas declaraciones tras haber puesto en duda la teoría del suicidio en un documental estrenado este miércoles pero grabado hace tres años, antes de ser elegido como fórmula de Cristina Fernández para los comicios de octubre pasado.

«Me gustaría saber qué pasó con Nisman y si se suicidó quisiera saber por qué se suicidó», expresó Alberto Fernández en una entrevista en Radio 10 en la que, entre otros asuntos, fue consultado por el caso Nisman, después de que la plataforma Netflix estrenara el miércoles la miniserie «El fiscal, la presidenta y el espía».

Fernández, exjefe de Gabinete de los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015), que a fines de 2017 limó asperezas con ella tras una década distanciados, es uno de los muchos entrevistados en ese documental, que según describe la sinopsis oficial versa sobre la «muerte sospechosa» de Nisman.

«Hasta el día de hoy, dudo de que se haya suicidado”, opinó Fernández en la entrevista, grabada en 2017.

NO HAY «NI UNA SOLA PRUEBA SERIA» DE HOMICIDIO

Tras el estreno, varios medios locales incidieron en que el actual presidente cambió de opinión desde entonces.

«En ese momento dije… soy un abogado, no puedo decir que hay un asesinato o un homicidio cuando eso está en tela de juicio. Este documental es de hace casi 3 años, y hace 3 años no existían muchas de las cosas que después fueron apareciendo», subrayó el mandatario, que conocía a Nisman y que habló con él el jueves anterior al domingo en que apareció sin vida.

«¿Qué pasó del 2017 en adelante? No apareció ni una sola prueba seria que diga que a Nisman lo mataron», agregó en las declaraciones radiales.

Investigador del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires de 1994, en el que murieron 85 personas y sigue impune, Nisman apareció muerto el 18 de enero de 2015, año electoral en el que el peronismo kirchnerista perdió el poder en las urnas.

Cuatro días antes había acusado a Cristina Fernández y parte de su Gobierno de usar un acuerdo firmado con Irán en 2013 para encubrir a los presuntos terroristas iraníes a cambio de mejorar la relación comercial con Irán, algo que ella siempre ha negado.

Desde el kirchnerismo siempre han insistido que ese convenio -que en Argentina se declaró inconstitucional y en el país persa no se llegó a convalidar- lo que pretendía era establecer una investigación conjunta del atentado, cuya autoría está atribuida al grupo Hizbulá y ex altos cargos iraníes.

La denuncia de Nisman fue inicialmente desestimada por el juez Daniel Rafecas, aunque volvió a abrirse en 2016.

«Lo que yo, así lo digo en el documental, porque lo he dicho siempre, (es que) viendo lo que era su conducta, (Nisman) era un hombre exultante por lo que estaba haciendo, me costaba creer que alguien que estaba viviendo ese momento de euforia pueda terminar suicidándose, pero no lo sé, me permito dudar por eso que he visto», dijo hoy el presidente, abogado de carrera.

En el mismo sentido, aclaró que también «siempre» dijo que en el «caso Nisman» uno debe aplicar la regla de la novela policial inglesa.

«Busca a quién se beneficia con el crimen y te diré quién es el asesino. La única que se perjudicaba con el crimen era Cristina. Por eso yo también en el documental, que no sé si cuando lo editaron lo pusieron o lo sacaron porque no lo he visto, dije que no tenía ninguna duda de la ajenidad del Gobierno de Cristina Kirchner», añadió.

EL INFORME QUE AVALÓ LA TEORÍA DEL HOMICIDIO, UNA «PERICIA ABSURDA»

En medio de la incógnita por desconocer si el fiscal se suicidó o fue víctima de un homicidio o un suicidio inducido, en septiembre de 2017, ya con Mauricio Macri como presidente argentino, una pericia encabezada por la Gendarmería -fuerza policial que depende del Ministerio de Seguridad- aseguró que dos personas golpearon, drogaron con ketamina y asesinaron al fiscal.

Para Fernández, se trata de una «pericia absurda que contradice los más elementales principios de la criminología mundial, hecha sobre un escenario montado» años después de la muerte de Nisman.

«Sin que ninguno de los que participaron de esa pericia haya estado en el lugar del hecho en el momento en que el hecho ocurrió», enfatizó el presidente, convencido de que «nunca» vio «una cosa igual», por lo que afirmó quitarle «toda seriedad».

«Es como si yo reconstruyera el avión donde viajaba (Carlos) Gardel y llegara a la conclusión de que fue un atentado. Nunca estuve en el escenario, nunca vi el avión ni vi nada», explicó.

En el documental, Fernández reconoce que le dijo al fiscal que el «problema» que veía en su denuncia es que no conocía «en qué se funda».

«Y hacés una serie de afirmaciones que no sé qué sustento probatorio tienen», evocó en la miniserie.

Mientras la causa por el presunto encubrimiento ha avanzado, con Fernández entre los procesados, el caso por la muerte de Nisman tiene solo como imputados a los custodios del fiscal, por incumplir su deber de protegerlo, y el asesor informático del fiscal, Diego Lagomarsino, como «partícipe primario del homicidio», porque era suya el arma que acabó con su vida.

Ese colaborador reconoció que prestó a Nisman la pistola porque él mismo se la pidió para proteger a sus hijas.

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