Preocupación en la OMS por brotes de ántrax en varios países de África
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre un brote de ántrax que comenzó en Zambia en mayo de este año y fue notificado el pasado 1 de noviembre, y que ya afecta a cinco países del este y sur de África, donde se han detectado más de 1.100 casos y se han producido 20 fallecimientos. Esta zoonosis está provocada por Bacillus anthracis, una bacteria que suele afectar a los rumiantes como vacas, ovejas y cabras y que pueden contraer las personas a partir de animales infectados, o a través de productos animales contaminados.
Según ha informado la OMS se han notificado un total de 1.166 casos sospechosos en Kenia, Malawi, Uganda, Zambia y Zimbabue y 37 casos han sido confirmados mediante pruebas de laboratorio. Aunque estos cinco países tienen brotes estacionales cada año, Zambia está experimentando el peor registrado desde 2011, ya que el balance de la OMS –citando a las autoridades sanitarias del país– desde la declaración del brote hasta el 20 de noviembre de 2023 han sido confirmadas cuatro muertes y 684 casos sospechosos. En un caso, se sospechó que 26 personas contrajeron la enfermedad por comer carne de hipopótamo contaminada.
Los brotes en los cinco países “probablemente fueron impulsados por múltiples factores, incluidas las crisis climáticas, la inseguridad alimentaria, la percepción de bajo riesgo y la exposición a la enfermedad a través de la manipulación de la carne de animales infectados”, ha explicado la OMS, que considera que el riesgo para la salud de la población es elevado.
En su último boletín, este organismo también informa de que este brote tiene un alcance sin precedentes porque afecta a nueve de las diez provincias del país y existe un riesgo “considerablemente alto” de que traspase fronteras y se extienda a otros países a causa del desplazamiento de animales y personas, sobre todo hacia Angola, Botsuana, República Democrática del Congo, Malaui, Mozambique, Namibia, Tanzania, Uganda y Zimbabue.
Los cadáveres insepultos de animales salvajes que flotan en el río aumentan el riesgo de propagación internacional a los países vecinos. Pueden propagar la bacteria y las infecciones a otras regiones, incluidos los países vecinos, y ser comidos por otros animales, lo que puede perpetuar aún más la propagación.
Cómo se transmite el ántrax y cuáles son sus síntomas
La bacteria del ántrax también se encuentra de forma natural en el suelo, y la enfermedad no se suele transmitir de animal a animal, ni de persona a persona, según indica la OMS, sin embargo, cuando las esporas de ántrax se ingieren a partir de productos animales contaminados, se inhalan, o se introducen en el organismo a través de abrasiones o cortes en la piel, pueden germinar, multiplicarse y producir toxinas.
El ántrax afecta sobre todo al ganado vacuno, ovino y caprino y a los herbívoros salvajes. Las personas se pueden infectar cuando se exponen a animales o productos animales contaminados y, aunque no se considera que el ántrax sea contagioso entre humanos, la OMS advierte que se han producido casos raros de transmisión de persona a persona.
En función del tipo de exposición, entre unas pocas horas y tres semanas, los individuos pueden experimentar una de las tres presentaciones clínicas del ántrax, que tienen síntomas característicos y son:
- Ántrax cutáneo: es el que más comúnmente se presenta con un bulto que pica en el área expuesta y que rápidamente se convierte en una llaga negra. Algunas personas sufren posteriormente dolores de cabeza o musculares, fiebre y vómitos.
- Ántrax gastrointestinal: causa síntomas iniciales similares a los de una intoxicación alimentaria, pero puede empeorar y provocar un intenso dolor abdominal, vómitos con sangre y fuerte diarrea.
- Ántrax pulmonar: se trata de la manifestación más grave, sus síntomas iniciales son los de un resfriado común, pero puede progresar rápidamente a dificultades respiratorias graves y shock. El diagnóstico se puede realizar mediante frotis de sangre teñidos con azul de metileno policromado, reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA). Se requiere hospitalización para todos los casos humanos identificados.
Las personas expuestas pueden recibir tratamiento profiláctico. Los antibióticos, en particular la penicilina, son eficaces contra esta enfermedad. Un tratamiento adecuado puede reducir la tasa de letalidad a <1%, y también hay vacunas disponibles para el ganado y los seres humanos en cantidades limitadas. Las vacunas humanas están destinadas a aquellos con posible exposición ocupacional.
Con información de Web Consultas
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