Preocupación en sector empresarial por extensión de cuarentena
Con información de 2001
Gremios asociados a las empresas privadas afirman que están haciendo lo posible para mantener los compromisos, la productividad y los pagos a sus empleados en cuarentena. Exponen que “esta situación es insostenible y más con una extensión de 30 días”.
Adán Celis, presidente de La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), explica que en el caso de Venezuela es la empresa privada la que se está llevando el golpe más duro, y la mayoría de las empresas ya no pueden producir.
El líder gremial destaca que las medidas anunciadas por el Régimen nunca han sido las acertadas; ni en medio de la pandemia han brindado un conjunto de soluciones efectivas al sector productivo, con una presión fiscal que solo ayuda a que la caída en el flujo de la caja sea más acelerada, y a continuar con el cementerio de empresas quebradas.
A pesar de la extensión de cuarentena en el país, decretada hace días, La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) indicó mediante un comunicado que “la empresa privada sigue, a pesar de las adversidades, procurando atender y responder a los requerimientos de la nación”.
Sin embargo, el pasado 16 de marzo Fedecámaras sostuvo una primera reunión con el Régimen, con el objetivo de presentarles propuestas que incluyen el punto de crédito, la flexibilización tributaria, entre otras solicitudes.
“El encuentro entre el Gobierno y los empresarios puede ser un primer paso para la concertación de nuevas medidas económicas. Maduro de hecho ofreció apoyo financiero, logístico e institucional, para que la industria venezolana y todo el aparato productivo” se mantenga en pie, como dijo en su alocución del pasado lunes 16 de marzo.
“Queremos que se relaje el encaje legal para obtener crédito para salvaguardar a los venezolanos. En Venezuela esta crisis puede ser más compleja que en otros países y no podemos permitir que se nos venga más abajo”, apuntó Ricardo Cusanno, presidente de Fedecámaras, en un programa radial.
Otro de los agremiados que reaccionó ante la extensión de la cuarentena fue el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), presidido por Felipe Capozzolo, quien mediante un tweet indicó que “actualmente el sector comercial y empresarial en Venezuela se encuentra detenido en un 90% debido a la cuarentena social decretada para prevenir la propagación del Coronavirus en el país. Solo están operativos los establecimientos que abastecen de alimentos y medicamentos a las personas, al igual que el área de telecomunicaciones”.
Según el profesor y economista Carlos Peña, estas medidas son contradictorias e inflacionarias, pues para acceder a créditos se necesita la disminución del encaje legal, la reserva monetaria que los bancos deben colocar en el Banco Central en función de los depósitos en su poder.
Peor hay otros casos. Pedro Arroyo es dueño de una productora de café en Caracas, un emprendimiento independiente que forma parte de las estadísticas de los pequeños comercios que tuvo que cerrar sus puertas en esta cuarentena. Arroyo no sabe qué sucederá con estos nuevos 30 días de aislamiento, y expone que “no solo dependo yo de la productora, sino mis cuatro empleados”, a los que tuvo que inscribir en el sistema del carnet de la patria para que puedan percibir el denominado “complemento salarial».
“Mis trabajadores no lo han recibido, y en la página Patria dice procesando, no procesado. Hay más o menos buenas ideas, pero la aplicación es incoherente”.
El productor independiente lamenta que para la próxima quincena tal vez no pueda pagarle a sus trabajadores. Uno de los grupos empresariales más emblemáticos del país, Polar, formalmente informó que debido a la crisis actual, tuvo que paralizar operaciones de forma progresiva en varias de sus plantas de alimentos.