Premios Nobel defienden a los jóvenes y la ciencia frente la crisis climática
EFE
Mientras en Madrid se celebra la Cumbre del Clima (COP25), los Premios Nobel rompieron este martes un lanza en favor de los jóvenes que, ante la emergencia climática, «se ponen en pie y nos exigen a todos que escuchemos a la ciencia y actuemos».
La ceremonia de entrega de los Premios Nobel comienza siempre con un discurso del presidente de esa Fundación, Carl-Henrik Heldin, que entrelaza los tema de actualidad con el pensamiento del filántropo y creador de los galardones.
Heldin denunció que hoy en día «vemos a líderes políticos que, de vez en cuando, niegan los hechos» y alertó de «la falta de respeto ante la abrumadora evidencia que denuncia que nuestro estilo de vida afecta gravemente a nuestro clima».
Ante un mundo donde «el pensamiento irracional y las opiniones estrechas de miras están ganando terreno a expensas de los logros científicos, el conocimiento y el pensamiento racional», el máximo responsable de la Fundación Nobel puso la mirada en las nuevas generaciones.
«Cuando la gente joven se pone en pie y nos exige a todos que escuchemos a la ciencia y actuemos, merece nuestro apoyo», dijo Hedin.
Esta misma mañana en la Cumbre de Madrid, la adolescente y activista sueca Greta Thunberg instó a «dar voz» a la comunidad científica, que es esencial para comprender el cambio climático, pero no está «suficientemente representada» en los medios de comunicación.
El progreso científico «no está exento de riesgos» y Haldin se refirió a las modernas técnicas genéticas que «ofrecen excitantes posibilidades, pero también plantean importantes preocupaciones éticas».
Por eso «es un importante deber» de los científicos mantener al público bien informado de los avances, «ayudar» en la formulación de directrices éticas y «proporcionar a los legisladores la información que necesiten para crear las leyes apropiadas».
Heldin recordó que unas hora antes, en Oslo, había recibido el Nobel de la Paz el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali, cuya «valiente iniciativa» pone de manifiesto que «un solo individuo puede marcar la diferencia e incluso, en un breve periodo de tiempo, ayudar a poner fin a un conflicto que duraba décadas».
La ceremonia de entrega de los Nobel comenzó con la entrada en la Sala de Conciertos de los reyes Carlos Gustavo y Silvia, junto a la princesa heredera Victoria y su esposo, el príncipe Daniel.
En el escenario esperaban 14 laureados, entre ellos solo dos mujeres: Esther Duflo -la segunda Nobel de Economía de la historia- y Olga Tokarczuk -nobel de Literatura de 2018, año que se dejó en suspenso-, así como el premiado más anciano, John Goodenough -nobel de Química a los 97 años-.
Los siempre políticamente correctos Premios Nobel se han enfrentado con la polémica al dar el galardón de Literatura de 2019 al austríaco Peter Handke, criticado por sus posiciones proserbias en las guerras de los Balcanes y que habló en el funeral de Slobodan Milosevic, fallecido mientras era juzgado por crímenes de guerra.
Esta decisión provocó la protesta de países como Albania y Kosovo, que acusan a Handke de negar la matanza de Srebrenica (1995) y retiraron a sus embajadores de la ceremonia, además un miembro no permanente de la Academia Sueca ha dimitido y otro permanente Peter England ha boicoteado toda la semana de actos Nobel.
En la calle una protesta simbólica de dos personas denunciaba ante la Sala de Conciertos el Nobel a Handke, acto al que en unas horas seguirá una concentración mayor con la participación de supervivientes de la masacre de Srebrenica. EFE