Praga pide apoyo de la UE y la OTAN tras acusar de sabotaje a Moscú
800 Noticias | EFE
La República Checa ha abierto un nuevo capítulo de tensiones con Moscú al acusar a sus servicios secretos de sabotaje y expulsar a 18 empleados de la embajada rusa en Praga, identificados como espías, al tiempo que espera obtener en este paso sin precedentes el apoyo de la UE y de la OTAN.
«El paso que hemos dado no tiene precedentes», reconoció este domingo el ministro de Interior y titular interino de Exteriores, Jan Hamacek, quien resaltó que se ha informado a la Unión Europea (UE) y la OTAN sobre el supuesto caso de sabotaje de 2014.
Junto al primer ministro, Andrej Babis, Hamacek anunció la víspera la expulsión de 18 miembros de la embajada rusa que según Praga trabajaban para los servicios rusos espionaje militar (GRU) y civil (SVR).
«El lunes por la mañana hablaré de ello en la reunión de ministros de Exteriores de la UE», avanzó hoy Hamacek en alusión al encuentro virtual de los responsables de la diplomacia de Los Veintisiete con su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba, para tratar sobre la escalada de tensiones con Moscú por el despliegue de tropas rusas en la frontera común.
RUSIA PROMETE REPRESALIA
Moscú expresó este domingo su enérgica protesta a Praga por la expulsión de los diplomáticos rusos y prometió responder a esa decisión «hostil» y «sin precedentes».
«Tomaremos medidas de respuesta para que los autores de esa provocación cobren conciencia de su responsabilidad» en el deterioro de las relaciones bilaterales, indicó el ministerio de Exteriores ruso, que también calificó de «absurdas» las acusaciones contra Moscú.
SABOTAJE EN 2014
Detrás de este escándalo están las conclusiones de unas pesquisas de la policía checa que apuntan a los servicios de inteligencia rusos como responsables de dos explosiones en un depósito de armas de Vrbetice, al este de la República Checa, en 2014.
La acción habría sido llevada a cabo por dos espías con documentación falsa emitida por el servicio de espionaje militar ruso (GRU), sobre lo cual, según Babis, hay «pruebas irrefutables».
CONEXIÓN CON CASO SKRIPAL
Las autoridades checas emitieron una orden de búsqueda y captura de dos agentes rusos identificados como Anatoly Chepig y Alexander Mishkin (cuyas fotografías publicaron ayer).
Se trata de dos miembros de la unidad especial 29155l del Departamento Central de Inteligencia (GRU), que entraron en el país con pasaporte falso en octubre de 2014, cuando se produjo la primera explosión, explicaron.
Chepig y Mishkin son también conocidos como sospechosos de haber intentado matar, con la sustancia tóxica Novichock, al ex doble espía Sergei Skripal y su hija Yulia en Salisbury (Inglaterra) en 2018.
La policía checa ha reconstruido el itinerario de esos agentes para concluir que días después de su llegada se produjo la detonación en el primer almacén de Vrbetice y que los rusos estuvieron involucrados.
ARMAS PARA UCRANIA
Hamacek confirmó hoy que en Vrbetice había armas y municiones destinadas a Ucrania, en un momento en que el Kremlin apoyaba a los insurgentes separatistas contra el Gobierno de Kiev.
Los rusos habrían colocado dispositivos de detonación en el contingente de armamento, lo que hizo explotar más de 50 toneladas de munición, causando dos muertos.
APOYO DE WASHINGTON Y LONDRES
Tanto Washington como Londres han expresado su pleno apoyo a Praga, que ha dado 48 horas a los 18 supuestos espías rusos para que abandonen el territorio checo, en lo que es la mayor expulsión de extranjeros en la historia de la República Checa.
«Estados Unidos está en todo momento al lado de su aliado, la República Checa. Rusia debe afrontar las consecuencias de sus peligrosas actuaciones en suelo checo y estamos de acuerdo con los pasos que se han dado», señaló la embajada norteamericana en Praga en un comunicado publicado en Twitter la pasada noche.
Asimismo, el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, aseguró hoy que su país «apoya totalmente» a «los aliados checos, que han expuesto hasta dónde llegan los servicios de inteligencia rusos en sus intentos por acometer operaciones peligrosas y maliciosas en Europa».
RELACIONES LASTRADAS
Las acusaciones checas y la expulsión de los rusos elevan las tensiones entre los dos países, cuyas relaciones ya atraviesan momentos difíciles, a pesar de que Hamacek estaba decidido a viajar ayer a Moscú para tratar sobre la compra de la vacuna rusa Sputnik, antes de cancelar la visita a la luz de las nuevas revelaciones.
Hace algo menos de un año el Ejecutivo praguense anunció que expulsaba a dos diplomáticos rusos tras concluir que un empleado de la embajada de ese país difundió rumores falsos sobre un plan para envenenar a tres políticos locales checos.
Cerca de un centenar de personas se concentraron este domingo delante de la embajada rusa en Praga para protestar contra Moscú, en una manifestación convocada de forma espontánea en la que se enarbolaron banderas de la OTAN.