Portugal registra repunte de fallecidos y peor dato de contagios desde abril
EFE
Las autoridades de salud de Portugal registraron en las últimas 24 horas 10 fallecidos por coronavirus, un leve repunte en comparación con las últimas semanas, en tanto que los contagios detectados se elevaron a 770, el peor dato desde el 10 de abril.
Según consta en el boletín diario de la Dirección General de Salud (DGS), el 48 % de las nuevas infecciones se produjeron en la región de Lisboa, la más afectada por la pandemia, seguida de la región Norte (cuya capital es Oporto), que reúne el 33 % de los nuevos casos.
En lo referido a infecciones, es necesario remontarse al 10 de abril, cuando estaba en vigor el estado de emergencia, para encontrar un número peor: aquel día se registraron 1.516 contagios, la peor cifra diaria que ha registrado el país desde que comenzó la pandemia.
Sobre los decesos, se trata del número más alto desde el 9 de julio, cuando murieron 13 personas en una jornada.
Actualmente, permanecen ingresadas 480 personas en Portugal, de las cuales 59 se encuentran en cuidados intensivos.
Los datos de este jueves siguen la tendencia de la última semana, en la que en varias ocasiones los contagios detectados en una jornada han superado la barrera de los 600 casos, y marcado varios picos máximos que no veían desde hacía cinco meses.
Las autoridades insisten en que era esperado un aumento de los contagios con el regreso a la actividad tras las vacaciones de verano, y afirman que el país no está por ahora viviendo una segunda ola, aunque en los últimos días se han incrementado los pedidos de precaución a la población.
Sobre todo ahora que los colegios han arrancado el curso esta semana con clases presenciales, y que los adultos están recuperando la actividad plena laboral.
Para afrontar esta nueva etapa y reducir los riesgos en otoño, está en vigor desde el martes el estado de contingencia, que prohíbe las reuniones de más de 10 personas (que bajan a cuatro personas si se produce en cafeterías a 300 metros de colegios y centros comerciales) e impone nuevas limitaciones de horario a comercios.
En este contexto, el Gobierno del socialista António Costa ha aprobado este jueves un decreto-ley que permite a las empresas con más de 50 trabajadores modificar los horarios de entrada y salida, para que se produzca en varias fases y se eviten así aglomeraciones a la entrada y la salida.
Los horarios de estos trabajadores se podrán ver alterados de 30 a 60 minutos, un cambio que, según el Ejecutivo, no implica «alteraciones significativas» y a cambio permitirá también una menor congestión en el transporte público.