Por una herencia | Hijo mandó a matar a su padre en Maracaibo
Redacción 800 Noticias
Los pesquisas de la División contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), delegación Zulia, esclarecieron en menos de 48 horas, el asesinato empresario italovenezolano Bruno Allio, de 59 años, quien resultó el autor intelectual del crimen su propio hijo Santiago Giovani Allio Torres de 27 años de edad.
El jefe de la Delegación del Cicpc Zulia, comisario Gervacio Vera, informó que las investigaciones preliminares sobre el asesinato que era sobre un posibe robo de vehículo, terminó siendo un crimen por encargo planificado por su propio hijo.
Vera, indicó que por obtener la herencia de Bruno, Santiago organizó con un amigo quien responde al nombre Adolfo Hernández Medina (23) de desde hace varias semanas este crimen.
Se supo que empresario tenía establecido contraer nupcias pocas semanas, y esto significaría que Santiago ya no iba a ser el único heredero de la fortuna.
“Brunito”, como también es conocido Santiago en su entorno familiar, se sintió desplazado y quería toda la herencia para él, a pesar que siempre había tenido los lujos, viajes, fetiches y dinero que quería, pues su padre lo complacía en todo, hasta en el Mustang GT 2008 que le había comprado dos días antes del crimen, valorado en 40 mil dólares manifestó una fuente policial.
Los Hechos
El «Brunito», al sentirse desplazado y a punto de perder la «Herencia», conversó con su amigo sobre la angustia que tenía y entre ellos contrataron los servicios de dos jóvenes en el sector Cerros de Marín. Y ofrecieron a los sicarios la cantidad de un millón de bolívares para cada asesino para que acabaran con la vida del empresario y simularan un robo. Ambos buscaron a los «matones a sueldo», en Cerros de Marin.
Los sicarios quedaron identificados como Daniel José Mondoy Barreto, de 18 años, y un adolescente de 17, quien se encuentra prófugo de la justicia, fueron los contactados para que sometieran a Bruno y le dispararan.
Santiago, fue el encargado de permitir a los asesinos a que entraran al edificio Murano, ubicada en el sector Don Bosco. Cerca de las 7.30 de la mañana de este viernes bajó primero del apartamento mientras Bruno terminaba de hacer unas cosas. Traía consigo la pistola Beretta marca T92FS calibre 9 milímetros, propiedad de la víctima y se la suministró a los sicarios, quienes esperaban ocultos por un muro del edificio.
Posteriormente les abrió la puerta, y con un control adicional de la camioneta les abrió la compuerta trasera para que se metieran.
Cuando vio que Bruno bajaba, Santiago salió en su camioneta F-150 color roja, placas A94AD1V, que tiene un sonido muy particular, gracias al resonador que le había instalado en el escape del motor.
Minutos después el empresario abordó su camioneta Gran Cherokee y al salir del edificio los asesinos, quienes estaban ocultos en el vehículo, lo sometieron. Bruno levantó las manos y aceleró hasta estrellarse contra la cerca de una casa justo frente al conjunto residencial Murano.
No era lo que se había planificado. Los asesinos tenían pensado sacarlo de la zona, llevarlo hasta un paraje solitario y darle muerte, Sin embargo el empresario trató de bajarse pero los sujetos le dispararon con su misma pistola, la Beretta que les había proporcionado Santiago.
Luego descendieron de la camioneta y huyeron corriendo del sitio haciendo disparos al aire, pero fueron captados por los vídeos de seguridad de los establecimientos cercanos.
Santiago en su camioneta los recogió unas cuadras más adelante y los sacó del sector, puesto que compinche es decir la “mosca” no llegó y no pudieron hacer el trasbordo que tenían planificado.
La fuente policial dijo que por la telefonía había logrado ver ciertos detalles y aparte la serenidad del joven al acudir a la sede policial a pesar de que su padre había sido asesinado horas antes.
Los interrogatorios en la sede de la policía científica hizo que «Brunito» rompiera el silencio y esclareciera a los pesquisas la participación y planificación en el asesinato de su propio padre.