¿Por qué miles de centroamericanos huyen en caravana hacia EEUU?
Con información de ABC
La caravana de más de 7.000 migrantes centroamericanos, que partió el pasado 14 de octubre desde San Pedro de Sula -la ciudad más violenta de Honduras- con destino a los Estados Unidos, se encuentra aún atrapada en el puente fronterizo entre México y Guatemala bajo el dilema de recibir refugio o ser repatriados a su país.
México ha garantizado que dejará pasar a todos los que lleven una visa e incluso recibirá apoyo de Naciones Unidas para garantizar que se entregan visados de refugiado para aquellos que cumplan los requisitos. Muchos de los hondureños no pueden aceptarla porque viajan sin ningún tipo de identificación. Además, solicitar la visa de refugiado en México significa no poder pedir este estatus en Estados Unidos, mecanismo al que normalmente se aferran las madres que viajan con hijos al llegar a la frontera e inmediatamente se entregan a las autoridades estadounidenses.
Es por eso que muchos han decidido esquivar el control migratorio y cruzara bordo de balsas el río Suchiate, que no es tan profundo, pero es ancho y trae mucha corriente por las lluvias de la temporada. Los que han logrado avanzar de manera irregular preparan su segunda jornada de viaje rumbo a la frontera de EE.UU. en medio de advertencias de México de que deportará a quienes entraron ilegalmente al país.
Algunos cruzaron caminando, con la ayuda de una cuerda que pusieron a través del río, justo debajo del puente, donde está el control migratorio y otros simplemente lo cruzaron nadando.
Si algo tienen en común todos estos caminantes es que huyen de la violencia, especialmente de las Maras, que toman su nombre la Mara Salvatrucha, una de las organizaciones de pandilleros más poderosas y violentas del mundo; y por el hambre en su país.. Caminan en masa, en un bloque larguísimo por la carretera para no perder fuerza.
La mayoría comen y beben lo que la gente les regala, se han visto escenas de desesperación: algunos niños y mujeres se han desmayado por la falta de alimentación y las caminatas prolongadas de más de cinco horas bajo temperaturas mayores a los 30 grados.
