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Si vives con un perro y eres testigo a menudo de que el animal se tira sobre su espalda, en cualquier superficie y se frota con entusiasmo contoneando todo su cuerpo, es un comportamiento normal que no debe preocuparte, aunque en ocasiones, puede deberse a un problema de salud y debe ser evaluado por un veterinario.
Tal como nos sucede a nosotros, los perros también pueden experimentar picor en la espalda, y debido a su anatomía, es un área al que les resulta difícil acceder con las patas o la boca. Por ello, nada como un buen revolcón contra una superficie con textura para aliviar el escozor. Todo vale para aliviar la piquiña: tierra, hierba, alfombras o incluso de pie, podemos verlos frotarse contra arbustos o una pared para quitarse el picor y que les proporciona un alivio inmediato.
Si el día es caluroso o han realizado alguna actividad física intensa pueden sentir su piel caliente y revolcarse en el suelo, especialmente si es una sobre una superficie que retiene frío como la cerámica, el hormigón, o la arena si rasguñan la primera capa esta les ayudará a enfriarse y es más rápido y eficiente.
Si tu perro se revuelca y rueda sobre su espalda para rascarse con excesiva frecuencia, conviene acudir al veterinario en busca de alguna posible infestación de pulgas, garrapatas, ácaros, un síntoma de alergia u otros problemas de salud. Si se realiza heridas a causa de este comportamiento o parece ser obsesivo, definitivamente lo más adecuado es llevarlo al veterinario para su valoración.
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