Por qué los gatos son cazadores temibles
Redacción 800 Noticias | Foto referencial
Los sentidos de los gatos están afinados a un nivel que los convierte . Con ojos que ven en la oscuridad, oídos que captan sonidos agudos y un olfato que pone envidia a cualquier perro, nuestros mininos son verdaderos maestros del camuflaje y la caza. Pero, ¿qué hay de su gusto? Aunque no son tan exigentes como nosotros en la comida, sus papilas gustativas tienen sus propias preferencias. ¡Descubre cómo los gatos perciben el mundo que les rodea y por qué son tan fascinantes!
Vista: caza en condiciones de poca luz
El sentido de la vista en los gatos está adaptado para funcionar en entornos con baja luminosidad. Sus ojos son grandes y poseen una córnea redondeada que les permite captar más luz que el ojo humano. Además, sus pupilas se contraen a la luz del día y se dilatan hasta 300 veces en la oscuridad, en comparación con las pupilas humanas que solo se expanden 15 veces.
Aunque su visión en la penumbra es excelente, los gatos tienen una visión de colores limitada. Se cree que solo pueden distinguir tonos azules y verdes, y su agudeza visual (percepción de detalles) es inferior a la humana.
Oído: precisión y alcance en alta frecuencia
El oído de los gatos es capaz de detectar sonidos en un rango de entre 48 Hz y 85 kHz, mucho más amplio que el rango auditivo humano. Sus orejas, controladas por 32 músculos, pueden girar independientemente para localizar con precisión la fuente de un sonido, algo que realizan en fracciones de segundo.
Los gatos pueden escuchar sonidos ultrasónicos, como los emitidos por roedores, lo que los convierte en cazadores altamente eficientes.
Olfato: el sentido más desarrollado
Los gatos tienen hasta 200 millones de receptores olfativos en comparación con los 5 millones que posee el ser humano. Además del olfato común, los gatos tienen un órgano de Jacobson en el techo de la boca, que detecta feromonas y otras señales químicas que influyen en su comportamiento social, sexual y alimentario.
Tacto: sensibilidad a través de los bigotes
El tacto en los gatos está altamente desarrollado y se centra principalmente en las vibrisas o bigotes. Estas estructuras pueden detectar los cambios más sutiles en el entorno, como la dirección del viento o la proximidad de objetos.
Las vibrisas permiten que los gatos se desplacen con confianza en la oscuridad, ya que actúan como sensores de proximidad y ayudan a calcular si pueden pasar por espacios estrechos.
Gusto: un sentido limitado
El gusto es el sentido menos desarrollado en los gatos. Mientras los humanos tienen alrededor de 9.000 papilas gustativas, los gatos solo tienen 473. No pueden percibir sabores dulces, ya que carecen del receptor necesario para detectarlo. En cambio, están más enfocados en los sabores amargos y ácidos, lo que les ayuda a evitar alimentos potencialmente tóxicos o peligrosos.
Con información de Infobae
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