¿Por qué los gatos se asustan con los pepinos?
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Gatos asustados huyendo de pepinos. Sí, pepinos. Es muy posible que esta imagen te suene de uno de esos retos de internet, de los que luego se conoce que exponen a los animales a situaciones contraproducentes y dañinas solo por las risas. Ocurrió en este caso cuando los dueños de mascotas felinas comenzaron a colocar esta verdura detrás de ellas, o incluso a arrojárselas cerca y, como si de una bomba se tratara, de inmediato los gatos saltaban de miedo. Aquel movimiento se convirtió en el humor del momento sin saber de dónde salía. Pero, ¿por qué les ocurre?
La respuesta no está del todo clara, pero todo apunta a que el miedo de los gatos hacia los pepinos podría deberse a que piensan que es una serpiente. Así lo señalaba en 2015 Jill Goldman, conductista animal, a National Geographic. El color y la forma de esta verdura podrían confundir con una víbora que va directamente a atacarlos, de ahí que brinquen y escondan sus patas para evitar.
Pam Johnson-Bennett, autora de Think Like a Cat, coincido con las observaciones, y añade que el hecho de colocar los pepinos cerca de los espacios reservados para la alimentación de los gatos, donde tienen su cuenco de comida y de agua, les confunde aún más porque asocian esas áreas como seguras.
Un miedo natural
El misterio de por qué los gatos odian los pepinos normalmente se explica por el miedo natural que tienen los gatos hacia las serpientes. A los ojos de un felino, un pepino puede parecerse lo suficiente a dicho reptil como para provocar su respuesta de miedo y hacerlo saltar unos metros en el aire para evitar ser mordido.
Lo primero que debes saber para entenderlo es que los gatos están genéticamente conectados por instinto para evitar a sus posibles depredadores, y entre ellos están las serpientes. Así, si un gato ve algo deslizándose por el suelo muy cerca de él, su miedo entra en acción. En realidad, nada que no harías tú por miedo., incluso puede que también a las serpientes.
De esta forma, demuestran que tener una habilidad para cazar muy desarrollada no conlleva que también la tengan para evitar ser cazados, pues además de ser depredadores en su entorno, también son presas fáciles.
Una invasión de espacio
Sin embargo, son conscientes de que pueden ser atacados en cualquier momento, pues estos animales están constantemente vigilando los cambios que hay a su alrededor, así que toparse con un en la tranquilidad de la comida no les hace ninguna gracia.
No obstante, también puede ocurrir que su reacción no esté relacionada con la verdura en sí, sino con el hecho de que el objeto invade su espacio personal estando detrás de ellos. Un cambio repentino e inesperado en su entorno, como ver un pepino aparecer donde segundos antes no había nada, es suficiente para alarmarlos y causarles ansiedad y estrés.
Antes de gastarle una broma de mal gusto a tu gato, recuerda que la ansiedad es una afección que también puede afectar a las mascotas, así que asegúrate de no jugarle una mala pasada, con o sin pepino.
Con información de El Confidencial
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