¿Por qué la gente quiere más a Lionel Messi que a Cristiano Ronaldo?
BBC Mundo
BBC Mundo realizó un análisis de las diferencias entre Ronaldo y Messi y analiza las razones de su aceptación en el público.
Cristiano Ronaldo no sólo ganó la Eurocopa con Portugal. Esa noche también conquistó el corazón y respeto de muchos de los aficionados que lo han criticado durante gran parte de su carrera.
Las lágrimas que brotaron de su rostro cuando quedó tendido en el suelo y tuvo que ser sustituido por lesión en el minuto 25 de la primera parte ablandó la coraza de sus detractores más fervientes.
Otros se rindieron ante la intensidad con la que alentó a sus compañeros antes del comienzo del tiempo suplementario. Su celebración al gol de Éder y posterior llanto de felicidad terminó por mostrar un lado de Ronaldo que pocas veces se había visto sobre un terreno de juego.
La carrera de la estrella de Portugal ha estado marcada por su rivalidad con el argentino Lionel Messi, tanto por las virtudes de ambos en la cancha como por los sentimientos opuestos que generan.
A él lo acusan de arrogante y engreído. A Messi de reservado y tímido. Pero, ¿se justifica la simpatía que genera el argentino y la aversión que causa Ronaldo, o viceversa?
¿No será momento de volver a evaluar la percepción que se tiene de los dos mejores futbolistas de la última década?
«Humildad»
Antes de la final frente a Francia, Ronaldo afirmó en conferencia de prensa que Portugal iba a ganar.
Entre sus razones enumeró «la capacidad de trabajo, humildad y el espíritu de sacrificio, que siempre he mostrado en mi carrera».
Nadie pone en duda la primera y la tercera, pero si uno le pregunta a 100 aficionados al fútbol cuál es la cualidad que más define al delantero lusitano es probable que si uno menciona «humildad», los otros 99 no puedan contener las carcajadas.
Hasta el mismo Ronaldo reconoció en el pasado que no es la persona más humilde del mundo.
No por nada construyó un museo en su honor en Madeira, es modelo de ropa interior, le encanta exhibir su esculpido cuerpo y, como le dijo a la BBC, se considera el mejor jugador del mundo.
Messi nunca se ha definido como el mejor, simplemente se remite al hecho que es el futbolista que más veces ha ganado el Balón de Oro en la historia, su récord de goles en un año calendario y ser el máximo goleador en la historia de la Liga en España.
Pero, ¿es justo acusar a uno y defender a otro por tener personalidades diferentes? Al fin de cuentas, no se puede cuestionar la calidad de Ronaldo como futbolista, también poseedor de una larga lista de récords.
¿No se está siendo demasiado superficial en las valoraciones?
Blanco y negro
En la misma semana que Ronaldo conquistaba Europa para darle a su país su primer título internacional con la selección absoluta, Messi se secaba las lágrimas de su derrota en la Copa América en la sala de un tribunal en España.
Junto a su padre, la estrella argentina fue sentenciado a 21 meses de cárcel -que no deberá cumplir en prisión- por tres delitos de fraude fiscal cometidos entre los años 2007 y 2009 por un monto de US$4,5 millones.
La noticia recorrió el mundo, pero no generó un efecto en contra de la figura de Messi, quien podrá jugar no bien se reinicie la temporada de fútbol en España.
En definitiva, el argentino también tiene un lado caritativo a través de su fundación, que está «abocada al desarrollo de acciones solidarias y de compromiso social, tanto en la República Argentina como en el mundo».
Es verdad que una cosa no está relacionada con la otra, pero tampoco lo es la apreciación que se pueda tener del jugador, que muchas veces va del blanco al negro.
Eso también pasa con Ronaldo, que en 2015 fue elegido como el deportista más caritativo del mundo, según la organización Athletes Gone Good (Los atletas hacen el bien).
Entre sus gestos se incluye una donación de más de US$80.000 para pagar la operación que necesitaba un bebé de 10 meses, asumir los gastos del tratamiento de cáncer de un niño de nueve años y donar US$130.000 al centro médico de investigación en el que su mamá se trató el cáncer.
«Mi padre siempre me enseñó que cuando ayudas a otras personas, Dios te dará el doble», dijo Ronaldo en 2013.
«Y eso es lo que en realidad me ha pasado a mí. Cuando he ayudado a otras persona que están necesitadas, Dios me ha ayudado más».
Entre los grandes
El editor de fútbol de la BBC, Phil McNulty, elevó a Ronaldo al mismo nivel que los más grandes futbolitas de la historia, aquellos que han triunfado tanto en el ámbito de clubes como de selecciones.
«Cristiano Ronaldo tuvo lágrimas de desesperanza y de júbilo en la final de la Eurocopa 2016, que lo llevó en un viaje emocional desde el punto más bajo al más alto para un futbolita», escribió McNulty.
En ese partido se juntó la agonía, el líder, el entrenador, el éxtasis y la inspiración «de un jugador que se convirtió en un grande».
Ronaldo ya sabía que tiene reservado un lugar en la historia del fútbol, algo que se confirmó llevando a Portugal a su primer título internacional.
Messi no ha podido levantar un título con Argentina y, si mantiene su decisión de retirarse de la selección, nunca lo hará. ¿Eso coloca a Ronaldo por encima de él? Difícil afirmarlo al 100%.
Lo que está claro es que las virtudes de ambos con el balón ha ofrecido una época única para la mayoría de los aficionados al fútbol.
Que a uno no le de vergüenza de celebrar su propio talento o que el otro no sea el más elocuente en público no debería ser una razón para generar tantos sentimientos encontrados.
A fin de cuentas, los dos son conocidos por una cosa que tienen en común: sutotal entrega por un balón.