¿Por qué el terremoto de Kaikoura, en Nueva Zelanda, fue el más raro del mundo?
BBC
Fue un terremoto como no se había visto antes: al menos 12 fallas independientes se rompieron durante el sismo del 14 de noviembre de 2016 en Nueva Zelanda, incluso algunas que no habían sido mapeadas con anterioridad.
Y, ahora, los científicos que analizaron el fenómeno en detalle y publicaron los resultados de su investigación en la revista Science, creen que pudo haber sido el sismo más complejo que jamás se haya estudiado.
Tal fue la fuerza de este movimiento telúrico -que se conoce con el nombre de Kaikoura y que tuvo 7,8 de magnitud- que rompió una franja de territorio de casi 200 km de largo, y desplazó partes de la Isla Sur 5 metros más cerca de la Isla Norte.
Enormes bloques de rocas fueron empujados hacia arriba. En algunos lugares se elevaron hasta 8 metros. El sismo provocó desprendimientos de tierras, tsunamis y cientos de réplicas.
Por esta razón, los investigadores creen que es necesario repensar cómo se comportará un terremoto en zonas de alto riesgo como Nueva Zelanda.
«Lo que vimos fue un escenario que nunca hubiese estado incluido en nuestros modelos que analizan los peligros sísmicos«, afirmó Ian Hamling, científico de la agencia de investigación geológica de Nueva Zelanda, GNS Science.
Salto
Uno de los puntos que intrigaban a los investigadores era cómo el sismo había podido provocar rupturas tan alejadas entre sí, para provocar una magnitud tan alta.
El movimiento comenzó en la región de Canterbury Norte, en la Isla Sur, y se desplazó hacia el este y el norte a lo largo de la costa hasta la provincia de Marlborough, antes de desaparecer en la costa.
En ese proceso, el terremoto logró atravesar dos sistemas importantes de fallas.
Este comportamiento contradice conceptos ampliamente aceptados. Uno de ellos es la noción de que las rupturas no pueden saltar grandes distancias entre segmentos de fallas individuales.
5 km es lo máximo que pueden saltar. Pero en el evento de Kaikoura, las distancias fueron mayores.