¿Por qué el smiley es la sonrisa más icónica del mundo?
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El smiley forma parte ya del acervo de la humanidad, es de dominio público y ha aparecido en numerosas propuestas y variaciones. ¿Quieres saber cómo se convierte en el icono más famoso?
El smiley, esa carita sonriente que hemos visto en chapas, calcomanías, tazas, franelas, Internet o hasta en tatuajes es un símbolo que inspira felicidad y amistad. Si creías que el que inspiró el smiley fue Forrest Gump, su origen fue muy diferente a lo que pudimos ver en esa escena, donde Tom Hanks utiliza una franela amarilla para limpiarse la cara luego de quedar completamente bañado en barro.
Desde su aparición, esta representación gráfica tan popular hoy en día tuvo momentos muy significativos. La famosa carita amarilla fue creada por Harvey Ross Ball, un diseñador gráfico que monta su propio negocio de publicidad a finales de los años 50. Uno de los objetivos de la empresa era crear campañas con mensajes de reconciliación y paz.
Exactamente en el año 1963, dos compañías rivales dedicadas a las pólizas de seguros terminaron fusionadas, lo que trajo el lógico descontento entre todos sus trabajadores. En ese instante, Ross Ball fue contratado para mostrar sus talentos a través de una campaña pacificadora para aliviar el mal ambiente.
Su primer intento fue dibujar un sol amarillo con una sonrisa, pero, se percató que si estaba al revés parecía más bien un ceño fruncido. Allí decidió ponerle dos círculos ovalados que servirían como ojos. Fue el nacimiento de un ícono indiscutible, Ball cobró solo 45$ y tardó solo 10 minutos en dibujarlo.
Lamentablemente, el creador de la carita feliz jamás vislumbró una oportunidad lucrativa con su obra, pues no registró el diseño. Los responsables directos de su masificación fueron los socios Murray y Bernard Spain, quienes dedicados a la venta de artículos adoptaron el smiley para una de sus campañas en 1970.
Crearon franelas, stickers, y chapas con el mensaje “Have a nice day” (que tenga un buen día). Todos en Estados Unidos agarraron la moda de la carita feliz, un hecho que evidentemente trajo mucho dinero y muchos buenos días a este par de empresarios.
La historia no terminó allí, el movimiento acid house que nació a finales de los años 80s en Chicago también se identificó con el ícono, y así la onda expansiva alcanzó la cultura rave del Reino Unido, con toda la parafernalia raver y su consumo del ecstasy. Incluso, muchas pastillas de MDMA tenían impresa -muy convenientemente- la popular carita.
El smiley forma parte ya del acervo de la humanidad, es de dominio público y ha aparecido en numerosas propuestas y variaciones, como el logo de Nirvana o el de la dj rusa Nina Kraviz. Ha aparecido en películas como Evolution o Watchmen, y en plataformas como Messenger su uso era una tradición, ni hablar de un lugar en que no veamos un smiley.
Ya en el año 1999 se crea la corporación World Smile, responsable de la organización del Día Mundial de la Sonrisa (realizado el primer viernes de cada mes de octubre); era lógico que usaran el smiley…
Harvey Ball murió en el año 2001 a causa de una insuficiencia hepática, en su lápida reposa su pintoresca obra amarilla. Dejó un gran legado cultural, al igual que mucho dinero que nunca disfrutó.