Por qué EE.UU. está pendiente de cómo le va a la Argentina
El Clarin
No es habitual que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emita un comunicado de apoyo tan explícito a un gobierno en aprietos. Después de una llamada de 15 minutos con su colega Mauricio Macri, fue difundido por la Casa Blanca a nombre personal del mandatario estadounidense, lo que se interpreta, más allá de las palabras, como un respaldo contundente.
Si bien Trump y Macri se conocen desde los tiempos en que el estadounidense era un magnate inmobiliario de Nueva York y el argentino era el joven heredero de la empresa constructora, la cuestión va más allá de lo personal. Trump confía mucho en las relaciones interpersonales: aprecia sinceramente a Macri y le gusta su perfil de gestión pragmática y empresarial. Pero Estados Unidos necesita además cuidar la relación con la Argentina y que a Macri le vaya bien con sus reformas económicas.
La llegada de Macri a la Rosada significó el reverdecimiento de las relaciones bilaterales congeladas durante el kirchnerismo, que veía a Estados Unidos como el “imperio” a denostar. Pero aquí se entiende también que Macri es la punta de lanza de un movimiento que en el continente frenó al populismo en varios países de la región, una clara preocupación de Washington, que ve en Venezuela un fantasma que no quiere que se replique en el continente.