¿Por qué acumular archivos en tu celular puede ser una práctica peligrosa?
800 Noticias
Gianni Cánepa recuerda que en ese momento era médico general y trabajaba en un servicio de atenciones de urgencia a domicilio. Un día, mientras estaba de turno, su celular respondió un llamado de una mujer que vivía en un apartamento. Lo que se encontró lo conmueve todavía hoy:
“Tenía papeles hasta el techo. Eran unos pasillitos estrechos por los que uno casi no podía pasar, una cosa realmente impactante –dice Cánepa, psiquiatra y director del Centro Médico Nevería, en Chile–. No me extraña que eso se pueda producir también en lo digital. Que alguien diga: ‘Voy a guardar esa foto, este enlace’. Así como guardo papeles, boletas, diarios, puede pasar con el material digital. Es lo mismo”.
El llamado mal de Diógenes o “trastorno por acumulación” es una patología psiquiátrica recientemente reconocida por la literatura médica a través de su Manual Diagnóstico DSM-V (2013). Su manifestación en el mundo digital por estos días se estudia científicamente, porque acumular decenas de aplicaciones sin uso, cientos de correos sin leer, kilobytes de conversaciones pasadas, megabytes de fotografías y gigabytes de videos y terabytes de memoria en discos duros o en la nube es algo que para todos se volvió normal.
“Y esto puede hacer que las personas se sientan ansiosas”, dice Elizabeth Sillence, profesional del departamento de Psicología de la Universidad de Northumbria (Inglaterra), quien participó en el primer estudio cualitativo sobre este desorden en 2018. Junto con tres colegas, acaba de publicar este año uno cuantitativo para crear una escala que permita medir si la ansiedad llega a ser patológica. Si se puede transformar en un trastorno de acumulación tal como está descrito en el DSM-V.
“No creo que las personas consideren siempre su bienestar mental cuando interactúan con el computador –comenta desde Inglaterra Elizabeth Sillence, quien desde el 2004 comenzó a investigar sobre salud y mundo virtual–.
Muy pocas personas dedican tiempo a la limpieza activa, pero sí invierten muchas horas en buscar archivos, documentos, fotos, etc. Con frecuencia, la gente se siente abrumada por el material que ha almacenado y no está segura de cómo abordar el problema. Las personas no tienen certeza de lo que es seguro eliminar ni de lo que deberían mantener, por lo que a menudo se dan por vencidas y se quedan con todo ‘por si acaso’ ”.
Con quince años de especialización en el mundo de las adicciones, el psiquiatra Gianni Cánepa dice que el trastorno por acumulación, ya sea de cosas reales o digitales, corresponde a la lógica del trastorno obsesivo-compulsivo. Lo compulsivo es algo que está más allá de la voluntad. Yo soy compulsivo cuando termino haciendo algo que no quería. Como evitar pisar las líneas de la calle, lavarme las manos muchas veces al día o acumular cosas que en realidad no necesito. El trastorno obsesivo-compulsivo se dice que es la enfermedad de la duda, es como una duda eterna.
El obsesivo está siempre en un espacio de cavilación respecto de si “lo hago o no lo hago”, “voy o no voy”, y desarrolla rituales para calmar esa angustia. Y esos rituales pueden ser múltiples. Por ejemplo, acumular. En el fondo, lo que está en la base de la acumulación es el temor. El ‘no vaya a ser que lo necesite’.
Con información de: El Comercio