Polonia niega implicación en sabotaje al Nord Stream
EFE / Foto referencial
La inteligencia polaca ha rechazado toda implicación en el sabotaje que en septiembre del año pasado inutilizó los gasoductos germano-rusos Nord Stream 1 y 2, una acción en la que, según «Wall Street Journal», presuntamente se utilizó Polonia como base.
«Polonia no tuvo nada que ver con las explosiones en el Nord Stream 1 y 2», afirmó el coordinador de los servicios secretos polacos, Stanislaw Zaryn, a través de su cuenta en twitter, donde califica de «infundado» relacionar a su país con esa operación.
Para Zaryn, persiste la hipótesis de la responsabilidad de Rusia en el sabotaje, país que tenía «la motivación y las capacidades» para perpetrarlo.
La reacción del coordinador de los servicios secretos sigue a unas informaciones del citado medio estadounidense, según las cuales los investigadores alemanes están analizando si se utilizó Polonia como base de operaciones.
Estas informaciones se relacionan con otras, difundidas en mayo por medios estadounidenses y alemanes, según las cuales para el sabotaje se usó un yate, el «Andrómeda», que había sido alquilado y usado por un grupo de varias personas con pasaportes falsos .
En la embarcación, que había sido detectada navegando por la zona donde se produjeron las detonaciones, se encontraron restos de explosivos.
Dichos medios apuntaban a una pista ucraniana, nacionalidad de al menos uno de los que usaron ese yate.
Por parte del Gobierno como de la fiscalía federal alemanes se ha rehusado comentar estas revelaciones, por estar las investigaciones aún curso. La fiscalía alemana simplemente confirmó el registro de la vivienda de una persona residente en Fráncfort del Oder, junto a la frontera con Polonia.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha rechazado una implicación de su país en el sabotaje.
Los gasoductos Nord Stream 1 y 2 quedaron inutilizados el pasado 26 septiembre a raíz de cuatro explosiones simultáneas registradas en aguas del Báltico.
Se identificaron dos fugas en cada gasoducto, dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales, mientras que las investigaciones preliminares apuntaron a un actor estatal como culpable, hasta ahora sin identificar.
Ninguno de los dos gasoductos transportaba gas cuando fueron volados, ya que Rusia había interrumpido los envíos a través del Nord Stream 1, construido en 2005 y en servicio desde 2011, unos meses después del inicio de la invasión de Ucrania.
El Nord Stream 2, cuya construcción empezó en 2011, nunca llegó a entrar en funcionamiento ya que el canciller Olaf Scholz suspendió su entrada en servicio «in extremis» justamente a raíz del conflicto.
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