Polémica después de que Netanyahu dijera que polacos colaboraron con nazis
EFE
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, señaló en declaraciones a la prensa durante su reciente visita a Varsovia que hubo polacos que colaboraron con los nazis en el Holocausto, lo que provocó el descontento polaco, informó hoy el Times of Israel.
Un periodista del diario digital preguntó a Netanyahu en Varsovia, donde se encontraba para participar en la conferencia sobre Oriente Medio de esta semana, si los países habían superado la crisis desatada el año pasado cuando Polonia impulsó una ley que criminalizaba el acusar a ese país de complicidad con el Holocausto.
Netanyahu, que también ostenta la cartera de Asuntos Exteriores, negó las sugerencias de estar de acuerdo con el revisionismo histórico: «Aquí estoy diciendo que polacos cooperaron con los nazis. Sé la historia y no la blanqueo. Lo menciono», según declaraciones recogidas por el medio.
El presidente polaco, Andrzej Duda, reaccionó en su Twitter y aseguró que, si las declaraciones de Netanyahu «suenan como lo han informado los medios de comunicación», la reunión prevista para la próxima semana del Grupo de Visegrado, formado por Polonia, República Checa, Hungría y Eslovaquia, debería celebrarse en su residencia y no en Israel, como se había acordado.
Según la radio nacional israelí Kan, la embajadora israelí en Polonia, Anna Azari, envió una carta a la Oficina del Primer Ministro polaco en la que aclaró que Netanyahu no acusaba a los polacos de cometer crímenes contra los judíos, sino que se refería a que nadie había sido procesado por decir que esta colaboración había ocurrido.
A principios de 2018 Polonia aprobó una ley que prohibía considerar a la población o autoridades del país como responsables o cómplices del Holocausto, tipificaba como delito el uso de la expresión «campos de concentración polacos» para referirse a los centros de exterminio que los nazis establecieron en su territorio durante la II Guerra Mundial (1939-1945), con penas de hasta tres años de cárcel.
La iniciativa legal fue condenada por Israel, que la consideró «un intento de desafiar la verdad histórica» y tras un aumento de tensión entre las partes, finalmente Polonia modificó la ley con una nueva versión que eliminó las penas de prisión previstas en la versión original, el punto más polémico.