Petrobras reducirá su participación en gas y será una empresa «verde»
EFE
La petrolera brasileña Petrobras anunció este viernes que reducirá sustancialmente su participación en el sector de gas en Brasil y que puede abandonar totalmente el sector de distribución de combustibles con la venta de las acciones que aún le quedan de su otrora subsidiaria BR Distribuidora.
«Nuestra expectativa es que hasta el final de 2022 hayamos resuelto nuestra salida (parcial) del sector gas, que implica salir en un 100 % del transporte y de la distribución, y concentrarnos tan sólo en la producción», afirmó el presidente de la mayor empresa de Brasil, Roberto Castello Branco, en una rueda de prensa.
La directora de Refino y Gas de Petrobras, Anelise Lara, explicó en la misma rueda de prensa que para abandonar totalmente la participación en el área de transporte de gas la petrolera brasileña está negociando con la japonesa Mitsui el futuro de la Gaspetro.
La otrora subsidiaria Gaspetro (Petrobras Gas S.A.) es el holding que agrupa las participaciones societarias de Petrobras en las distribuidoras regionales de gas natural en todo Brasil y de la que la estatal brasileña le vendió en 2015 un 49 % de participación al grupo japonés Mitsui &Co Ltd. por 500 millones de dólares.
«Tenemos dos opciones: o le vendemos el 51 % de nuestra participación en Gaspetro a Mitsui o vendemos individualmente nuestras participaciones en las distribuidoras regionales. Estamos discutiendo el modelo», afirmó Lara.
El presidente de Petrobras explicó que la venta de gran parte de los activos de la empresa en el sector de gas forma parte del compromiso asumido con el Consejo Administrativo de Defensa Económico (CADE, órgano antimonopolio de Brasil) para abrir el sector de gas al sector privado.
«Consideramos que esa apertura permitirá que otras empresas se queden con hasta el 50 % del mercado de gas en Brasil y que Petrobras se quede con el otro 50 %», dijo Lara.
Según ambos ejecutivos, Petrobras continuará abasteciendo el mercado tanto con el gas que produce en el país como con el que importa desde Bolivia y con el Gas Natural Licuado (GNL) que igualmente importa.
«Para abrirle espacio a las otras empresas en el mercado dejaremos de comprar el gas que producimos conjuntamente con nuestros socios y reduciremos las importaciones de Bolivia y las compras de GNL», aseguró Lara.
Tal proceso forma parte de un ambicioso proyecto con el que el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro quiere generar una revolución en el mercado de gas en el país para reducir los precios y elevar la participación de este combustible más barato y ecológico en la matriz energética.
Castello Branco admitió igualmente que, dependiendo de las circunstancias, Petrobras puede abandonar totalmente el sector de distribución de combustibles del país con la venta de las acciones que le quedaron de la BR Distribuidora, que era su subsidiaria y es la mayor del sector con cerca de 8.000 puestos.
Petrobras vendió en julio por 9.633 millones de reales (2.553 millones de dólares) el 33,75 % de sus acciones en BR Distribuidora, con lo que su participación en la empresa cayó desde el 71,25 % hasta el 37,5 %, y la empresa fue efectivamente privatizada.
El proceso de privatización comenzó en 2017 cuando Petrobras vendió en bolsa un 30 % de su participación en la distribuidora.
«La BR Distribuidora tiene una nueva dirección y un nuevo consejo. Nosotros tendremos participación en el consejo pero nos comportaremos como accionistas», afirmó el presidente de Petrobras.
«Esperamos como accionistas que la nueva administración consiga potenciar su valor pero, cuando lo consideremos adecuado, podremos vender toda nuestra participación», agregó.
Además de abandonar la distribución y reducir su participación en el segmento de gas, Petrobras también inició este año la venta de gran parte de sus refinerías.
La estatal lanzó concursos para vender ocho refinerías con capacidad para procesar 1,1 millones de barriles diarios, es decir el 50 % de toda la capacidad de refino de Brasil.
Estas ventas forman parte de un ambicioso plan de desinversiones de la compañía para reestructurar su tamaño, concentrar sus operaciones en la producción de petróleo en aguas profundas y reducir su deuda.
«Pretendemos llegar a 2022 como una empresa más fuerte y saludable, con activos de alto retorno en aguas profundas y pocos activos en logística y transporte. Necesitamos servicios de logística pero no necesitamos ser dueños de esos activos», dijo el presidente.