Petroaguinaldo genera «incertidumbre y descontento» por sus límites - 800Noticias
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Luego que el régimen de Nicolás Maduro asignara el denominado «petroaguinaldo», se ha visto en diferentes partes de Venezuela largas colas en la que los jubilados, pensionados y trabajadores públicos que dirigen su gasto al consumo de víveres, enseres y otras opciones comerciales para suplir sus necesidades, especialmente en esta época decembrina.

El director de Ciudadanía en Acción, Edison Arciniegas consideró que por causa del incremento inusitado en el consumo podría generar un «shock» de escasez en los inventarios al menos en los primeros tres meses del año entrante.

Cada vez crece «la incertidumbre y el descontento» que acarrea el uso del petro (criptomoneda creada por el régimen) para comprar los productos de primera necesidad es lo lento del sistema y los pocos establecimientos que aceptan el pago con la moneda digital.

Sumado a aquellos personas que se quejan porque los comerciantes incrementan los precios en los alimentos valiéndose de que están autorizados para realizar las transacciones en la divisa virtual.

Con la expectativa de gastar el «medio petro o supuestamente equivalentes a 30 dólares» que este diciembre la administración de Maduro otorgó a través del carnet de la patria.

La señora Carolina Pacheco que esperaba en las puertas de un supermercado del acomodado barrio caraqueño de Chacao se quejaba de la larga fila y su mala organización, del inusual calor que sufre Caracas este fin de año, de los altos precios de los alimentos y de dolores en el cuerpo.

«No es justo que tengamos este desgaste físico», dijo esta trabajadora de 50 años, que recorrió más de 30 kilómetros desde la ciudad satélite de Guarenas, donde menos de una docena de comercios aceptan el petro, para llegar a Chacao.

El petro fue lanzado hace casi 3 años por Maduro en medio de su tentativa por escapar a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra algunos funcionarios y empresas estatales.

Pero a solo días de haberse lanzado, Estados Unidos prohibió su uso.

Se ideó como un criptoactivo y más tarde pasó a definirse como un certificado de ahorros. Ahora los economistas de Venezuela se refieren a él como una «unidad de cuenta».

Control del régimen

Su uso está ligado al llamado carnet de la patria, un censo paralelo que el régimen asegura le permite monitorear la entrega de ayudas, y que la oposición rechaza por considerar que sirve para chantajear a los votantes.

Así, quienes se beneficien del petro usan su huella dactilar para hacer compras a través de métodos de biopago, pero también con billeteras electrónicas y aplicaciones de teléfonos inteligentes, considerados un lujo en Venezuela donde el salario mínimo y las pensiones no superan los 4 dólares por mes.

Con este panorama, los cerca de 30 dólares que suponen el medio petro son apetecibles para los venezolanos, especialmente si pueden transformarlos en alimentos o medicinas.

«Engañados»

«Estoy preocupado por la situación de nuestros pensionados y jubilados, fueron engañados nuevamente», dijo Andrés Rivero, un empleado público.

Rivero y una docena de personas protestaron el sábado a las puertas de la tienda por departamentos más grande de Venezuela.

Dentro de la tienda cientos de pensionistas compraban alimentos importados desde Colombia, Brasil, Nicaragua o Guyana, con precios marcados en dólares estadounidenses.

«Un pensionado no puede (usar la billetera electrónica)», dijo la joven Desiré Hernández al relatar los varios pasos necesarios para validar el petro.

«Los pasos son fáciles, pero si conoces la plataforma. Mi mamá no sabe y yo se lo hice a ella, a mi esposo, a mi papá, compañeros de trabajo», añadió junto a su cesta llena de alimentos.

En paralelo, el bolívar venezolano pierde cada vez más valor, y ya se necesitan casi 50.000 de ellos para comprar un solo dólar.

Este fenómeno ha llevado a los venezolanos a refugiarse en el dólar o hasta el oro, pero muy poco en el petro, un activo en el que el Gobierno de Maduro cifra sus esperanzas de atajar la rampante inflación que lastra la economía del país.

Con información de Banca y Negocios.

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