Perros contra gatos: ¿Cuál es más inteligente?
800 Noticias
Podrás traicionarlas miles de veces, que ellas nunca lo harán. Las mascotas son de algún modo nuestro ángel de la guardia particular que nos protege, cuida y mima a cambio de alimento y cuidados. El vínculo emocional que estrechas con ellas va más allá del rol de amo, y llega a ser una de las ecuaciones indispensables en tu día a día. Volver del trabajo y acariciar a tu gato o perro es una de esa clase de placeres que te hacen la vida mucho más fácil.
Seguramente lo sepas, pero el ladrido de un perro siempre es un medio de comunicación, al igual que todos sus meneos y gestos: si salta hacia arriba, si rueda sobre el suelo o si le da por levantar las patas. Ese compendio de actitudes que los hacen tan entrañables solo son formas frustradas de querer comunicarse con su dueño. Los investigadores de la Universidad de Stanford en Inglaterra han estado intentando descubrir qué es lo que el mejor amigo del hombre ha intentado decirnos durante todos estos años. Sus resultados, publicados en la revista científica ‘Animal Cognition’, han sido recogidos por ‘The New York Post’.
Los perros poseen alrededor de 530 millones de conexiones neuronales, a diferencia de las 250 de los felinos
Para realizar el estudio, recogieron un total de 47 gestos diferentes y potenciales de tener una función comunicativa. Al final del proyecto, lograron «traducir» 19 de todos ellos. La mayoría solo tienen que ver con el anhelo de que les acaricies o les des de comer, aunque también manifiestan su deseo de salir a la calle de paseo o jugar. Aquí te traemos un diccionario completo que traduce el lenguaje no verbal de los perros en el común de los humanos. Con él, podrás saber qué es lo que necesita tu cachorro en todo momento.
Si quiere comer. Usa su hocico, cabeza y patas; sostiene una pata en el aire mientras está sentado; gira la cabeza de un lado a otro para mirar entre un ser humano y un objeto; se pone de pie sobre sus patas traseras; por último, utiliza su boca para lanzar un juguete hacia delante.
Si quiere que le acaricies. Da vueltas alrededor de ti; presiona su nariz contra ti u otro objeto; te lame; levanta una pata y la coloca sobre ti; se muerde suavemente el brazo; se revuelve brevemente por el suelo mientras rueda; levanta una pierna trasera mientras se acuesta de lado; o la que es más evidente, se frota la cabeza contra tu cuerpo mientras se apoya en ti.
Si quiere jugar. Te toca brevemente con una pata; alcanza con su pata un juguete o cualquier objeto con el que suele jugar; te rodea con el cuerpo insistentemente; te abre la puerta para que entres; levanta ambas patas del suelo, colocándolas sobre su dueño o un objeto cercano.
El estudio también aparece en medio del debate sobre cuál de las dos mascotas domésticas más famosas, perro o gato, es más inteligente. Aquí, como en todo, cada uno tira para su casa: los dueños de perros afirman que son más inteligentes los canes, y los de gatos, que su felino tiene una condición cognitiva mayor. Pero a la hora de examinar los datos cerebrales, los perros están claramente por delante.
Los científicos han demostrado que los perros poseen una corteza cerebral «particularmente densa». ¿Dónde reside esta diferencia? Sin lugar a dudas, en su capacidad para cazar. Parece que los perros tienen alrededor de 530 millones de conexiones neuronales que regulan su comportamiento, a diferencia de las 250 millones de los felinos. «Creo que la cantidad absoluta de neuronas que tiene un animal, especialmente en la corteza cerebral, determina la riqueza de su estado mental interno y su capacidad para predecir lo que está por suceder en su entorno según su experiencia pasada», asegura Suzana Herculano-Houzel, neurocientífica de la Universidad de Vanderbilt.
Los perros tienen la capacidad de hacer cosas mucho más complejas que los gatos
De todos los carnívoros, los perros es la especie que más neuronas tiene, a pesar de tener un cerebro pequeño en comparación al resto. En el caso de los gatos, tienen la misma inteligencia que los osos pardos. Los estudios previos indican que los carnívoros poseen una mayor capacidad cerebral que las presas. Ahora, esto se ha comprobado que no es cierto. No parece haber mucha diferencia en absoluto.
«Yo personalmente prefiero mil veces más a los perros que a los gatos», confiesa Herculano-Houzel. «Los perros tienen la capacidad de hacer cosas mucho más complejas que los gatos», concluye.