Periodista ruso que Ucrania dio por muerto está vivo y dice que todo fue «una pantomima»
El País
El periodista ruso Arkady Babchenko, sobre quien las autoridades informaron de que había sido asesinado en Kiev, compareció este miércoles ante los medios para demostrar que estaba vivo y reconocer que había participado en la pantomima de su falsa muerte para desmontar, junto a las autoridades locales, un verdadero plan del Kremlin para acabar con su vida.
Menos de 24 horas después de que la prensa de todo el mundo narrara su asesinato, el reportero de guerra, de 41 años, reapareció ante las cámaras para explicar que era víctima de una campaña de acoso tras publicar la caída de un avión militar ruso que se dirigía a Siria. El también activista, muy crítico con el presidente Vladimir Putin, explicó que fingir su propia muerte era una forma de desactivar un plan en marcha para asesinarlo.
Ante la incredulidad general, el reportero pidió perdón a todos los que habían caído en el engaño. «Me gustaría disculparme por todo lo que habéis tenido que pasar», dijo Babchenko al borde de las lágrimas. «Lo siento, no había otra forma de hacerlo. Además, quiero disculparme con mi mujer por el infierno que ha tenido que pasar».
Según Vasili Gritsak, director del SBU y presente en la rueda de prensa, el autor del «asesinato» ha sido detenido y el propio Babchenko se ofreció a participar en la pantomima para lograr neutralizar el atentado.
Bábchenko ha trabajado en el periódico Moskovski Komsomolets, la publicación de más tirada de la capital rusa, informa Pilar Bonet. Fue en ese diario donde Bábchenko, nacido en 1977, comenzó su carrera periodística y literaria después de haber participado como combatiente en las dos guerras de Chechenia (1994-1996 y 1999-2003).
El periodista fue galardonado por sus relatos de aquella contienda, que le impactó muy profundamente. En su Twitter, Bábchenko publicó una foto de un helicóptero y se refería a un general ucraniano que hace cuatro años no quiso llevarlo en él. «Dos horas después de la fotografía lo derribaron. Murieron catorce personas y yo tuve suerte. Volví a nacer», comentaba. Parecía una ironía del destino. En realidad todo estaba preparado.