+Perfiles | Portugal elige presidente este domingo
EFE
Siete candidatos aspiran este domingo a la Presidencia de Portugal, un cargo desde el que no se gobierna, pero tampoco se es mero espectador, y que ha cobrado una renovada importancia con la pandemia de coronavirus.
Disolver el Parlamento, convocar elecciones o vetar leyes son algunos de los poderes clásicos que la Constitución lusa otorga al jefe de Estado, una figura clave del sistema semipresidencialista del país.
Con la pandemia se han puesto en práctica, sin embargo, otras prerrogativas hasta ahora no usadas en democracia y que han resultado esenciales, como declarar el estado de emergencia y sus sucesivas renovaciones, algo que solo puede hacer el presidente, aunque necesita el visto bueno del Parlamento.
Es por ello que en esta convocatoria para elegir al jefe de Estado de Portugal durante los próximos cinco años juegan un papel fundamental las preguntas sobre cómo gestionar la crisis del coronavirus.
Entre ellas, cómo actuarían los candidatos ante cuestiones espinosas como dar posesión a gobiernos apoyados por la ultraderecha o marcar las líneas rojas para disolver el Parlamento.
Estos son los perfiles de los siete aspirantes ordenados de acuerdo con las preferencias electorales apuntadas en los sondeos:
MARCELO REBELO DE SOUSA, LA CONTINUIDAD
Es el actual mandatario y claro favorito a la reelección. Con 72 años, este profesor de derecho y excomentarista televisivo logrará, según las encuestas, una victoria en primera vuelta con alrededor del 60 % de los votos, aunque los pronósticos de elevada abstención pueden complicar ese objetivo.
Sus acciones han sentado un precedente sobre lo que puede hacer un jefe de Estado durante una pandemia. Presionó para un primer confinamiento en marzo de 2020, se ha reunido decenas de veces con especialistas -a veces generando críticas sobre un exceso de iniciativa frente al Gobierno- y ha pedido más inversión en la sanidad pública.
Notorias han sido también sus objeciones a varios ministros durante su mandato, que precipitaron la dimisión de dos de ellos, así como el llamativo uso de su poder de veto a leyes: 23 ocasiones en cinco años.
«No voy a salir en medio de una caminata tan exigente y dolorosa», dijo al presentar su candidatura para un segundo mandato, en el que ofrece continuidad: un político de centroderecha que aboga, por encima de todo, por la estabilidad.
Está respaldado por el PSD (centroderecha), líder de la oposición, y por el democristiano CDS.
ANA GOMES, RETO AL GOBIERNO
Exeurodiputada socialista, Ana Gomes es quien tiene mayores posibilidades de convertirse en alternativa a Rebelo de Sousa y puede llegar a provocar dolores de cabeza a su propio partido, liderado por el primer ministro, António Costa, que no la respalda oficialmente.
No es necesario que los aspirantes a presidente en Portugal cuenten con el respaldo de una formación política, aunque sí es común que los partidos apoyen a un candidato, por lo que la situación de Gomes se ha visto como la escenificación de la división socialista.
Formada como jurista, Gomes, de 66 años, cuenta con una amplia experiencia diplomática y ha hecho del combate a la corrupción su principal bandera. Promete reforzar los medios de la Justicia para acabar con la corrupción en el Estado, que considera una de las grandes rémoras de la democracia portuguesa.
ANDRÉ VENTURA, EL AGITADOR DE ULTRADERECHA
Es la sorpresa de la contienda. André Ventura, líder y diputado único del partido de ultraderecha Chega (entró en el Parlamento en 2019 con 1 % de votos), planea ahora sobre la tercera plaza en las elecciones presidenciales, con estimaciones de hasta 10 % de sufragios.
Con una estrategia de crispación y confrontación con faltas de respeto incluidas, Ventura, excomentarista deportivo y consultor de 38 años, apela con populismo al voto de los portugueses descontentos con un discurso duro que incluye la propuesta de reducción de diputados o implementar la cadena perpetua.
JOÃO FERREIRA, VOZ DE LOS TRABAJADORES
Es el candidato apoyado por el Partido Comunista Portugués (PCP). Los sondeos le dan el 5% de los votos al cierre de una campaña en la que ha pedido que atiendan los retos de los trabajadores en la pandemia.
Formado como biólogo y eurodiputado desde 2009, Ferreira, de 42 años, ha abogado por olvidarse del déficit y de la austeridad y centrarse en garantizar las prestaciones sociales.
MARISA MATIAS, ESTABILIDAD
Es la segunda vez que se presenta a unas presidenciales apoyada por el Bloco de Esquerda, aunque los sondeos proyectan una caída en sus resultados con apenas el 3 % de votos.
Socióloga y eurodiputada, Matias, de 44 años, llama a proteger empleos y combatir precariedad y defiende la estabilidad como principal función de un jefe de Estado.
Suyo ha sido el momento más viral de la campaña, cuando generó una ola de apoyo con el hashtag «vermelhoembelem (rojo en Belém, sede de la presidencia), tras recibir los ataques de Ventura por pintarse los labios de rojo.
TIAGO MAYAN, EL PRIMER LIBERAL
Autopresentado como el primer candidato «genuinamente liberal», Tiago Mayan, abogado de 43 años y respaldado por Iniciativa Liberal, cuenta con una proyección del 3 % de votos con un mensaje que aboga por una mayor variedad política.
También ha destacado por criticar abiertamente al actual presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, por considerar que ha comprometido su independencia al dar cobertura política al Gobierno de Costa.
VITORINO SILVA, VERSO SUELTO
Una suerte de verso suelto en estas elecciones. Conocido en Portugal como «Tino de Rans» por su participación en diversos «reality shows», se presentó a las presidenciales de 2016, en las que consiguió el 3,28 % de los votos, y vuelve a intentarlo en esta ocasión con un estimación del 2 %.
Silva, de 49 años, plantea dar prioridad a la sanidad, la restauración y los pequeños negocios en el reparto de ayudas europeas por la covid.