PERFIL | Barboza, un diputado poco conocido con la tarea de reestructurar a la oposición venezolana
Agencia Efe
El diputado Omar Barboza, elegido hoy como nuevo presidente de la Asamblea Nacional, el unicameral Parlamento venezolano, es un duro opositor que cree en la negociación con el Gobierno de Nicolás Maduro, y se ha trazado la meta de reestructurar a la dividida oposición, golpeada por los últimos resultados electorales.
De amplia experiencia, pero alejado de los reflectores, la trayectoria de este abogado de 74 años destaca por su labor parlamentaria durante el extinto Congreso y por haber sido uno de los últimos gobernadores del rico estado Zulia que no fue elegido por voto popular, sino designado por el entonces presidente Jaime Lusinchi.
Su accionar de bajo perfil contrasta con el de sus antecesores, Henry Ramos Allup y el saliente Julio Borges -al que apuntaron los focos cuando apostó por aislar internacionalmente al chavismo-, más dados a los medios y dirigentes de Acción Democrática (AD) y Primero Justicia (PJ), dos de las organizaciones más importantes de la oposición.
Barboza nació en Maracaibo, donde dio sus primeros pasos en la política a los 20 años como un dirigente estudiantil enamorado de las ideas socialdemócratas, le dijo a Efe Vicente Bello, compañero del zuliano en la organización Un Nuevo Tiempo (UNT).
Como socialdemócrata se apuntó en AD, entonces el partido más fuerte del país, y bajo este logo fue diputado y gobernador, antes de abandonar sus filas y formar UNT junto a los exgobernadores y exaspirantes a la presidencia Manuel Rosales y Pablo Pérez.
Como su representante, Barboza suele hablar de los problemas de su región, sumida -al igual que las demás de Venezuela- en la crisis económica pese a su comprobado potencial agrícola y petrolero.
De lo que jamás se le ha escuchado hablar a este aficionado al béisbol es del sentimiento secesionista que permea en un muy pequeño grupo de zulianos, seducidos por ideas separatistas desde hace décadas.
Para Bello, la elección de Barboza deja el Parlamento en las manos de uno de lo dirigentes «más experimentados y de mayor autoridad» en el seno del antichavismo, en un año en el que vaticina un alza de la conflictividad política.
Con todo, la intención de Barboza, de ahondar en la unidad opositora, podría hallar un obstáculo en la decisión de su partido -uno de los más proclives a la negociación con el chavismo- de abonarse al diálogo con el Gobierno de Maduro.
Hoy, cinco diputados opositores, miembros de la llamada Fracción 16 de julio, abandonaron la Cámara para evitar convalidar con sus votos a los nuevos directivos del Parlamento, a los que acusaron pretender «la convivencia» con un Gobierno venezolano al que consideran una dictadura.
A estas acusaciones de presunta colaboración entre UNT y el Gobierno respondió Barboza esta misma jornada, al reivindicar el camino de las negociaciones y explicar que tienen un solo objetivo, la salida del chavismo del poder a través del voto con garantías.
Pero, para Barboza estas garantías pasan por un cambio en el Poder Electoral y el desconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente, un órgano que solo conforman afectos al oficialismo y que la oposición y la propia UNT han calificado como «fraudulento».
De acuerdo con Bello, estas condiciones colocan al nuevo jefe del Parlamento «en un papel muy importante» de cara a la reestructuración del antichavismo, al que le urge la transformación. EFE