Perdió su billetera y 7 años después la enviaron a su casa
Agencias
Los sonidos de la guitarra, el bajo y la batería aún retumbaban en sus oídos. Él recién acababa de escuchar la música de una banda británica, durante un recital, y ahora se disponía a volver a su casa. Aquel día no quedaría en su recuerdo por el espectáculo, sino por haber extraviado un objeto valioso. Sin embargo, con el paso del tiempo, la suerte terminó jugando de su lado.
Un ciudadano de Reino Unido perdió su billetera con todas sus pertenencias y casi siete años después se la devolvieron intacta: llegó a su hogar envuelta en un paquete, situación que provocó su incredulidad.
Cuándo perdió su billetera
Andy Evans tiene 45 años, vive en Wythenshawe -Inglaterra- y es padre de dos hijos. En junio de 2015, el hombre viajó a la ciudad de Manchester a disfrutar de un show que brindó el conjunto The Courteeners en el parque municipal Heaton Park.
Al salir del lugar, paró un taxi en la calle y le indicó al chofer que lo llevara de regreso a su domicilio. Tras bajarse del vehículo, ingresó en su propiedad y palpó los bolsillos de sus jeans: le faltaba la billetera. Allí guardaba dinero por un total de £134, según aseveró, además de sus documentos y tarjetas de crédito.
Evans declaró, en conversación con Manchester City Evening News, que en ese instante pensó en intentar localizar al conductor para ver si se había caído dentro del coche. Sin embargo, pronto concluyó que resultaría imposible contactarlo porque no contaba con ningún dato al respecto.
Por lo tanto, el protagonista de esta historia supuso que había perdido la billetera de manera definitiva. Transcurrieron los años y Evans se olvidó del hecho, hasta que en este 2022 recibió una sorpresa.
La sorpresa que recibió
En abril, el británico revisó su casilla postal y halló un envoltorio a nombre suyo: se trataba de nada más y nada menos que su billetera. Provenía de un remitente anónimo.
“Es una completa locura. Al principio estaba muy confundido porque no me acordaba de esa cartera mía, ya que sucedió hace mucho tiempo. Luego, cuando la miré un poco más, empecé a comprender”, relató él al mismo medio.
Evans recuperó viejos billetes y monedas, que deberán cambiarse en el banco porque ya no se encuentran en circulación, y también el resto de sus pertenencias.
“No podía creerlo. Pensé ‘no puede ser’. ¿Siete años? Nadie a quien se lo haya contado puede creerlo tampoco. Le envié un mensaje de texto a mi hermano enseguida, él tuvo que prestarme dinero esa noche para que pudiera salir y seguir de fiesta. Así que se acordaba del episodio y quedó boquiabierto”, afirmó.
¿Quién le mandó la billetera?
Una vez que abrió el paquete, se fijó en la dirección del remitente y a continuación decidió escribirle una carta para agradecerle. Al cabo de un tiempo, llegó la contestación de la persona: era un taxista de Manchester, aunque no se sabe si el mismo que lo transportó en 2015.
“Siete años… ¡Wow! La billetera fue hallada en un viejo taxi y parecía intacta. Espero que todas tus cosas estén allí. Dirígete a un banco para que te cambien el dinero viejo y disfruta. Todo lo mejor para ti”, le respondió el trabajador.
“Resulta probable que la billetera haya estado debajo del asiento o algo así todo este tiempo, al parecer incluso después de que este taxi se diera de baja. Es como Robinson Crusoe o algo así… un mensaje en una botella que regresa años después. No podrías escribirlo”, conjeturó Evans.
A raíz del gesto del conductor, el británico buscó compensarlo. Y le ofreció comprarle diésel para sus viajes, pero el taxista se negó: prefiere que done a las personas más necesitadas. “Sinceramente, no la devolví esperando una recompensa, aunque tu ofrenda de combustible me hizo sonreír”, le dijo.
Evans quiere encontrarse cara a cara con el trabajador, estrechar su mano e invitarlo a tomar un café. “Me mandó el envoltorio por correo especial, así que le habrá costado 8 libras de su propio dinero”, manifestó.
Al final, el destino le guiñó el ojo. Aquel junio de 2015 dejó de ser un mal recuerdo. En la actualidad, la billetera ya es parte de su museo.
Por Clarín