Pence lamenta que «fallos burocráticos» contribuyeran a la masacre de Texas - 800Noticias
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EFE

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, lamentó este miércoles que «fallos burocráticos» permitieran adquirir ilegalmente una arma al autor de la masacre de 26 personas este domingo en una iglesia de Texas.

Pence reconoció que la Fuerza Aérea de EE.UU., unidad en la que sirvió el asesino, Devin Kelley, no introdujo su historial de enfermedad mental en una base de datos del FBI que le hubiera impedido comprar el rifle semiautomático con el que perpetró el peor tiroteo masivo de la historia de Texas.

«Descubriremos por qué motivo esta información no se notificó correctamente en 2012 y estamos trabajando con líderes en el Congreso para garantizar que esto nunca vuelva a ocurrir», apuntó el vicepresidente en declaraciones frente al escenario de la matanza, la iglesia First Baptist Church de Sutherland Springs.

Pence, además, dijo que Kelley cometió un crimen al comprar el arma, ya que las personas con enfermedades mentales no pueden hacerlo: «Mintió en su solicitud».

Kelley llevó a cabo esta masacre vestido con un chaleco antibalas y armado con un potente rifle semiautomático en el templo protestante de Sutherland Springs, un pequeño pueblo situado 45 kilómetros al sureste de San Antonio (Texas).

«Hace tres días el mal bajó a este pequeño pueblo, pero la fe es más fuerte que el mal», señaló el vicepresidente rodeado de autoridades locales y federales, el pastor de la parroquia afectada y los dos vecinos que enfrentaron a Kelley tras el tiroteo -uno disparándole en dos ocasiones y el otro persiguiéndole en su vehículo-.

Además, Pence estuvo acompañado en su visita a la pequeña localidad texana por su esposa, Karen Pence; el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions; los congresistas por Texas Will Hurd y Henry Cuéllar y el gobernador de Texas, Greg Abbott.

El vicepresidente comentó que uno de los motivos de su visita era «asegurarse que todos los recursos de EE.UU. actúen bajo la dirección del presidente (Donald) Trump, incluidos más de cien agentes del FBI» que se encuentran investigando este caso.

Después de su visita al templo baptista y de recibir información de primera mano sobre el curso de la investigación criminal, la comitiva de Pence se desplazó a una escuela de secundaria de la ciudad vecina de Floresville, donde conoció a familiares de las víctimas mortales y a algunos de los supervivientes.

Una familiar de una víctima en el tiroteo habló a Pence sobre su fallecido: «Él era un veterano y luego estuvo en la Guardia Nacional, sirvió a su país».

«Me duele oír eso», respondió el vicepresidente.

En Floresville, Pence encabezó una ceremonia en memoria de las 26 víctimas mortales y dirigió un discurso a los centenares de asistentes que se congregaron en el estadio de fútbol americano del colegio desde horas antes de su llegada, según los medios locales.

En su primera parada en Texas hoy, Pence visitó el centro médico Brooke Army de San Antonio, en el que se encuentran siete -cinco adultos y dos niños- de los doce heridos que permanecen ingresados tres días después de que Devin Kelley cometiera la matanza.

El rango de edad de las personas fallecidas, que va desde los 17 meses hasta los 77 años, hace evidente que el asaltante trató de hacer el mayor daño posible sin tener piedad de ninguno de los asistentes al oficio religioso.

Compuesta básicamente por una oficina de correos, un centro comunitario, una tienda de abastos, un taller de reparación de coches, dos gasolineras, las casas de los vecinos y un par de iglesias, entre ellas la de la matanza, Sutherland Springs era hasta este domingo una tranquila comunidad en la que nunca pasaba nada.

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