Peña Nieto admite que fue un «error» comprar casas a contratistas de Gobierno
EFE
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, reconoció que cometió un error en la compra de propiedades a contratistas del Gobierno, y pidió disculpas a la ciudadanía por la «gran indignación» que despertó en 2014 el caso de la llamada «Casa Blanca».
En el marco de la promulgación de las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), Peña Nieto hizo un llamado a ser «autocríticos» para recuperar la confianza de los ciudadanos y, en este sentido, señaló su «error» por comprar varios inmuebles a dos empresas que en la actualidad son contratistas del Gobierno.
Admitió que la información difundida en noviembre de 2014 sobre la «Casa Blanca», que desencadenó una investigación de la Secretaría de la Función Pública (SFP) que negó la existencia de conflicto de intereses, causó una «gran indignación» en la ciudadanía.
«En carne propia sentí la irritación de los mexicanos, la entiendo perfectamente», expresó el mandatario, quien matizó que actuó «conforme a la ley».
Este «error», continuó, «afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el Gobierno».
«Los servidores públicos, además de ser responsables, de actuar conforme a derecho y con total integridad, también somos responsables de la percepción que generamos con lo que hacemos», aseveró el presidente.
«Con toda humildad les pido perdón, les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio e indignación que causé», apuntó Peña Nieto, quien concluyó diciendo que, a partir de su caso, cada día está «más convencido y decidido» a combatir la corrupción.
Tras la resolución de la investigación, en agosto de 2015, el político ofreció disculpas públicas, por unos hechos que dieron lugar a «interpretaciones que lastimaron e indignaron a los mexicanos».
El día de hoy hizo pública su renuncia el titular de la SFP, Virgilio Andrade, quien estuvo al frente de la investigación de la «Casa Blanca», que también involucró a la esposa del presidente, Angélica Rivera.
Según Andrade, su renuncia ha sido motivada por coherencia con el nuevo SNA, que establece que el suyo es un cargo que debe ser nombrado por el presidente y ratificado por el Senado.
