Peluquerías y tiendas de barrio, los primeros en abrir en Portugal
EFE
Portugal dejará atrás la emergencia para pasar, el día próximo día 3, al estado de calamidad pública, con una desescalada gradual que arrancará con la reapertura del pequeño comercio, peluquerías, librerías, bibliotecas y algunos servicios públicos.
El plan de transición al estado de calamidad pública, un escalón por debajo de la emergencia, fue aprobado este jueves por el Gobierno y presentado por el primer ministro portugués, António Costa, que subrayó que las cifras actuales de la pandemia de Covid-19 permiten este avance, pero no son suficientes para bajar la guardia en un país que roza mil muertos y tiene más de 25.000 positivos.
«Nadie puede interpretar el fin del estado de emergencia como el fin de la emergencia sanitaria» advirtió Costa, que insistió en que, si la situación da señales de empeorar, se volverá atrás en las medidas de apertura.
Durante el estado de calamidad pública se mantiene el confinamiento obligatorio de enfermos de Covid-19 y casos sospechosos bajo vigilancia y se establece un «deber cívico de recogimiento» para el resto de la población, que deberá limitar sus salidas.
La desescalada portuguesa contempla el uso obligatorio de mascarillas en transportes públicos, comercios, escuelas -donde se repartirán a los alumnos- y todos los espacios cerrados con aglomeraciones, y prohíbe las reuniones de más de 10 personas.