Partidos políticos españoles meditan nuevas alianzas para las elecciones
EFE
Los partidos políticos españoles estudian y discuten este viernes nuevas alianzas y movimientos para intentar aprovechar mejor el sistema electoral y tratar de aumentar sus posibilidades y representación parlamentaria de cara a los nuevos comicios del 10 de noviembre.
Desde una candidatura electoral común del centroderecha hasta una nueva formación a la izquierda del Partido Socialista (PSOE) que aglutine a elementos desencantados de Unidas Podemos (UP), estas ideas buscan ofrecer nuevas alternativas a unos ciudadanos cansados por el bloqueo político que obliga a repetir los comicios de abril.
El sistema electoral español premia a los partidos más votados, con el objetivo de favorecer la formación de mayorías estables, por lo que nuevas alianzas, o la falta de ellas, pueden tener impactos notables en el resultado final.
El primer intento ha sido el de Pablo Casado, líder del conservador Partido Popular (PP), la principal fuerza opositora, para crear una coalición electoral con los liberales de Ciudadanos (C’s) en una marca electoral llamada «España Suma».
Esta idea se empleó en las elecciones del pasado 28 de abril, pero solo en la provincia de Navarra (norte), en un intento de ambos partidos y de una pequeña formación local de frenar al nacionalismo vasco.
Casado y el PP creen que, si se crea, «España Suma» podría ser la formación más votada en el Congreso y lograría una mayoría absoluta en el Senado, con lo que ocuparían la posición de privilegio que actualmente ostenta el Partido Socialista (PSOE) del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
Sin embargo, desde Ciudadanos se rechaza unirse a esta idea a nivel nacional, pues temen quedarse eclipsados por el mayor tamaño del PP y, como dijo el líder liberal, Albert Rivera, salpicados por los numerosos casos de corrupción de los conservadores.
Rivera, aunque su partido ha forjado acuerdos con el PP en regiones y municipios, aspira en realidad a convertirse en la fuerza dominante del centroderecha español, por encima de la formación conservadora, y una hipotética «España Suma» dejaría a Ciudadanos sometidos al otro partido.
Pero en el PP no pierden la esperanza de convencer a los liberales, con el argumento de que los socialistas en el poder son los grandes beneficiarios de la actual desunión del centroderecha.
Esa división es la «mejor baza» para el PSOE, por lo que los conservadores no van a dejar «nunca» de «trabajar en esa línea», afirmó hoy Cuca Gamarra, una responsable del PP, en una entrevista televisiva, en la que recalcó que «la fragmentación» es «el mejor aliado» del socialista Sánchez.
Por el lado de los socialistas actualmente en el poder, la ministra portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, evitó hoy discutir posibles al que su partido, el PSOE, especialmente por el lado de su izquierda con UP, y recalcó que trabajan por lograr un Gobierno “estable” que “afronte los verdaderos desafíos del país”.
La otra posibilidad que se está discutiendo en la extensión a todo el país de Más Madrid, un partido impulsado por Íñigo Errejón, exdirigente disidente de UP, que en las elecciones locales de mayo pasado logró resultados mucho mejores que Podemos en la región y el Ayuntamiento de la capital de España.
En algunas regiones españolas donde el control de la dirección nacional de Unidas Podemos es más difuso, sobre todo Andalucía (sur), o en partidos izquierdistas regionales que están unidos a UP, también hay dirigentes dispuestos a abandonar Podemos para unirse a Errejón.
También han mostrado disposición a sumarse algunos dirigentes de un pequeño partido izquierdista de la región valenciana (este), Compromís, que en las últimas elecciones de abril ya había roto su coalición regional de 2016 con Podemos.
El líder nacional de Podemos, Pablo Iglesias, reconoció hoy en una entrevista en televisión que «es cuestión de tiempo» que su exsocio y amigo Errejón se convierta en «un actor de la política estatal, con su propio partido, con el PSOE o como sea», disputando el voto a su antigua formación.
Errejón, de 35 años, mantiene hoy un mutismo total, pese al ruido de los últimos días sobre su posible salto a la política nacional, en la que antes apostó por una mayor cooperación PSOE-UP, posición que le costó su salida de Podemos.
«Vamos a ver si Íñigo se decide», señaló hoy de forma escueta Marta Higueras, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital.
Si finalmente lo hace, habría que ver cómo quedan las posibles alianzas regionales que logra cerrar, pero sí volvería a mostrar la tendencia crónica a la división entre la izquierda española, mientras que la derecha tradicionalmente ha estado menos fragmentada. EFE