Paro de transportistas en Perú deja tres muertos
EFE
Un total de tres personas fallecidas, entre ellas un menor de edad, y 22 detenidos es el saldo del paro que acataron por seis días gremios de transportistas y agricultores en el céntrico departamento peruano de Junín, informó este domingo el Gobierno.
«La Policía ha manejado con mucho tino. Sin embargo, se han registrado 3 muertes, pero no por la Policía, sino por accidentes de tránsito y un niño que se cayó al río», declaró el ministro del Interior, Alfonso Chávarry, en una rueda de prensa convocada para detallar los acuerdos a los que llegaron el sábado una comitiva del Gobierno con dirigentes del sector transporte y agricultura para levantar la huelga que sostenían desde el último lunes.
El titular del Interior detalló, además, que hasta la fecha se han detenido 22 personas, entre ellos un menor de edad, pero aseguró que los agentes lograron reestablecer el orden público en la ciudad de Huancayo, donde el viernes y sábado pasados se registraron saqueos y destrozos.
En la conferencia, el titular de Comercio Exterior, Roberto Sánchez, anunció que el Congreso citó para el lunes a cuatro ministros para abordar esta problemática y afirmó que la próxima sesión descentralizada del Consejo de Ministros se celebrará en Junín y contará con la presencia del presidente, Pedro Castillo.
Por su parte, el ministro de Cultura, Alejandro Salas, mencionó que durante la mesa de diálogo que sostuvo el sábado con los dirigentes sociales de Junín le manifestaron que en las protestas había gente infiltrada para ocasionar desmanes.
«No podemos cerrar los ojos ante una realidad: en todos los movimientos sociales siempre hay gente infiltrada que pretende desestabilizar la protesta social», coincidió el titular de Justicia, Félix Chero.
TREGUA AL GOBIERNO
Estas declaraciones se dieron un día después de que los dirigentes sociales de Junín se comprometieran a dar una tregua al Gobierno y suspender la medida de protesta que desde el lunes mantenía bloqueadas varias carreteras nacionales ante la subida de precios de los combustibles.
El paro exigía eliminar la competencia desleal de los transportistas extranjeros y direccionar la reserva de carga para los gremios nacionales.
Además, urgía la eliminación del impuesto selectivo al consumo (ISC) de los combustibles y la revisión de los contratos de concesión de carreteras y peajes.
El cese de la huelga, a la que se sumaron gremios de agricultores, se logró gracias a la instalación de mesas de diálogo entre los representantes de estos sectores con la delegación del Gobierno peruano que se había trasladado hasta Huancayo para firmar acuerdos, entre ellos la exoneración del ISC de la gasolina y el diésel.
Los momentos más tensos se vivieron en esta ciudad la tarde del viernes, cuando cientos de personas salieron a unirse a la protesta, saquearon un supermercado y atacaron sedes bancarias y algunas entidades públicas.
La Policía Nacional, aparentemente, quedó desbordada de forma temporal por la cantidad de manifestantes en las calles de Huancayo y se mantuvo en el resguardo de la municipalidad y del Gobierno regional de Junín.