Parlatino apoya las elecciones en Perú si no se logra salida negociada a crisis
EFE
El Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino) dijo este martes que, si los poderes Ejecutivo y Legislativo de Perú no logran negociar un acuerdo para salir de la actual crisis, la decisión deberá quedar en manos del «pueblo peruano a través de elecciones generales».
En una declaración, la directiva del Parlatino tildó de «delicados» los hechos políticos de las últimas horas en Perú, «a raíz de la disolución del Congreso por parte del presidente Martín Vizcarra, y la reacción de dicho cuerpo legislativo al declarar la ‘incapacidad temporal’ (del mandatario) y juramentar a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como presidenta interina del país».
En ese contexto, invitó a los «dos poderes del Estado peruano a que inicien un diálogo constructivo orientado a solucionar el problema que se ha generado, tomando como criterio primordial el bien común y la unidad de la nación».
«Cualquier solución a la que se llegue debe ser esencialmente democrática, lo cual significa que en caso de no llegar a un acuerdo negociado, la decisión corresponde al pueblo peruano a través de elecciones generales», señaló la directiva del Parlatino, que tiene su sede permanente en la Ciudad de Panamá.
Este organismo, que está integrado por los congresos de 23 países de la región, expresó su «preocupación por la crisis política resultante del choque de poderes» en Perú, una «circunstancia que perjudica al Estado como un todo, con un impacto negativo en el desarrollo del país y en el bienestar de su pueblo».
Además, recordó que el Congreso peruano es fundador del Parlatino y ha ratificado el Tratado de Institucionalización del organismo, que tiene entre sus propósitos «garantizar la vida constitucional y democrática de los Estados» y «propiciar, con los medios a su alcance y sin perjuicio del principio de la no intervención, el restablecimiento de aquellos que hayan sido disueltos».
Una crisis política estalló el lunes en Perú, después de que el presidente Vizcarra disolviera constitucionalmente el Congreso y una facción del Legislativo en rebeldía votara la «suspensión» del mandatario y nombrara a la vicepresidenta Aráoz como jefa de Estado.
Vizcarra convocó además elecciones legislativas para el próximo 26 de enero amparado en una norma constitucional que le permite disolver el Parlamento si le niega una cuestión de confianza para realizar cambios en el proceso de selección de candidatos del Tribunal Constitucional (TC).
El presidente peruano se pronunció el lunes después de que el Congreso eligiera a un magistrado para el Tribunal Constitucional pese a que la moción de confianza estaba expresamente vinculada a ese proceso de elección de jueces, muy cuestionada por las formas y los plazos que se emplearon en su trámite.
De acuerdo con los sondeos de opinión, entre la ciudadanía es mayoritario el apoyo a la decisión de Vizcarra, ya que el Congreso, que dominaba el fujimorismo, es una de las instituciones más desprestigiadas ante la opinión pública, que considera que ha sido un obstáculo permanente para la lucha anticorrupción.