Parlamento marroquí aprueba una ley histórica que oficializa lengua bereber
EFE
El Parlamento marroquí aprobó una ley histórica que por primera vez oficializa la lengua amazigh (bereber) en Marruecos, lo que lo pone en la vanguardia de los países del norte de África pese a las críticas de los defensores del bereber por su carácter «insuficiente».
Tras una larga sesión de más de cuatro horas, la ley marco de oficialización de la lengua amazigh fue aprobada hoy en la Cámara de Representantes (cámara baja del Parlamento) por la unanimidad de los diputados presentes en un ambiente de escaso entusiasmo.
Los representantes de los diferentes grupos parlamentarios se fueron turnando en sus intervenciones para insistir todos en la importancia del amazigh como componente de la identidad del país y segundo idioma constitucional tras el árabe.
El ministro de Cultura y Comunicación (promotor del texto), Mohamed Laaraj, subrayó la importancia de esta ley para introducir el bereber en la enseñanza y en los diferentes ámbitos de la vida pública con el fin de «proteger el patrimonio cultural amazigh».
La nueva normativa, compuesta por 35 artículos, establece las etapas de la implementación del amazigh en diferentes ámbitos (educación, comunicación, justicia y legislativo) y en las administraciones que tienen un contacto directo con el ciudadano, con la excepción del religioso, que constituye dominio exclusivo de la institución real y en el que solo se usa el árabe.
Asimismo, la ley -que tendrá que ser aprobada después por la cámara alta- establece el carácter obligatorio de la enseñanza del bereber, que se generalizará de manera progresiva sobre todo el territorio marroquí y en todos los ciclos de formación (ahora solo la estudian 500.000 niños de primaria).
Además, el personal de las diferentes instituciones y administraciones del Estado y establecimientos regionales recibirán formación para realizar un servicio público en amazigh y ser capaces de redactar documentos oficiales en este idioma.
Con la nueva ley, el Parlamento garantizará una traducción simultánea de todas sus sesiones en amazigh, y, a nivel judicial, los diferentes tribunales deberán garantizar de forma gratuita la traducción a este idioma a los ciudadanos que lo reclamen.
Tras su aprobación, los diferentes departamentos del Estado tendrán un plazo de entre cinco y quince años para implementar estas nuevas disposiciones.
«Es un gran día, esta ley va a permitir al amazigh ser efectivamente una lengua oficial y con derechos», se felicitó Ahmed Boukouss, director del oficial Instituto Real de la Cultura Amazigh (IRCAM) en declaraciones a Efe.
No obstante, Boukouss subrayó que la aplicación de esta ley se enfrenta a los retos de garantizar los recursos humanos y financieros necesarios.
Por ejemplo -detalló- se necesitaría triplicar el número de profesores (actualmente son 5.000) para llevar el amazigh a todos los niveles escolares.
La ley hoy aprobada ha tenido un largo recorrido de cuatro años, y ha suscitado también reticencias políticas sobre todo por parte de los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD, que encabeza el gobierno), y del nacionalista Partido Istiqlal, que se opusieron a que el alfabeto tifinagh con el que se escribe el amazigh apareciese en los billetes de banco.
Para los activistas amazigh, las disposiciones de la ley no bastan para asentar el carácter oficial de este idioma.
El reputado activista amazigh Ahmed Asid criticó en declaraciones a Efe el retraso en la aprobación de esta ley, lo que según él se explica por el carácter «no prioritario» de este idioma en la agenda gubernamental.
Por su parte, la diputada Fatima Saadi, del opositor Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), indicó en su intervención hoy en la sesión parlamentaria que la nueva ley pese a su importancia «no resolverá ciertas complejidades, como el rechazo de los nombres amazigh en los registros civiles».
Es paradójico que la oficialización del amazigh coincida con la reducción de su número de hablantes, según cifras oficiales.
Los resultados del censo nacional realizado en 2014 por el oficial Alto Comisariado del Plan (HCP, órgano estadístico) demuestran que casi la totalidad de los marroquíes hablan «dariya» (árabe dialectal) frente a un 27 % que habla alguna de las variantes del amazigh (bereber), un idioma más usado en el campo que en la ciudad.
Según este censo, criticado por los activistas bereberes por minimizar su idioma, la lengua amazigh está más extendida en las zonas sureñas que se encuentran entre el Atlas y el Sáhara, además del Rif, en el norte.