Park abandona el palacio presidencial de Seúl tras su destitución
EFE
La expresidenta surcoreana Park Geun-hye abandonó este domingo la residencia presidencial de Seúl dos días después de que el Tribunal Constitucional ratificara su destitución por el caso de corrupción de la “Rasputina”.
Park, que ha mantenido un silencio sepulcral y en ningún momento ha querido reconocer el veredicto, dejó la Casa Azul dos días después de que el pasado viernes la máxima instancia judicial del país la apartara del poder.
La ya expresidenta, de 65 años, ha vuelto a la que fue su casa en el sur de Seúl desde 1990 al 2013, cuando ganó las elecciones y se convirtió en la primera mujer en alcanzar la jefatura de Estado en Corea del Sur.
Cientos de simpatizantes de la política conservadora se acercaron a las inmediaciones de la nueva residencia con banderas surcoreanas y de EEUU mientras que un millar de policías rodearon el edificio para prevenir incidentes, informó la agencia Yonhap.
Desde que el pasado viernes se anunciara el veredicto, los simpatizantes de Park, que consideran que su destitución es una farsa orquestada por la izquierda, han protagonizado algunos episodios violentos y choques con la policía, lo que ha causado la muerte de tres hombres además de numerosos heridos.
Al mismo tiempo desde el viernes y durante todo el fin de semana miles de personas celebraron en el centro de Seúl la decisión de Tribunal Constitucional que ratificó la decisión ya tomada el pasado diciembre por el Parlamento surcoreano.
Los partidos de la oposición han pedido a Park que reconozca públicamente el veredicto de la Justicia y ayude con ello a paliar la división que vive el país entre los detractores y los defensores de la malograda presidenta.
La sentencia estableció que Park, de 65 años, vulneró la Carta Magna al permitir a su amiga Choi Soon-sil, de 60 y conocida como la “Rasputina”, entrometerse en asuntos de Estado y al confabularse con ella para extorsionar fondos a grandes empresas, entre ellas Samsung, la mayor del país.
Tras la destitución de la presidenta, Corea del Sur está obligada a celebrar elecciones presidenciales en un plazo inferior a 60 días, periodo durante el cual el ex primer ministro Hwang Kyo-ahn seguirá ejerciendo como presidente en funciones.