+VIDEO| «Párate en la puertas de las escuelas y verás la decadencia que hay en el país»
María Morales
La crisis o emergencia económica por la que atraviesa Venezuela toca muy directamente al sector educación, y de manera muy sensible a los alumnos de básica y bachillerato, algunos niños y jóvenes han visto disminuido su nivel de educación debido a la falta de recursos por parte de sus padres y el del Estado.
La corresponsalía de 800Noticias en Zulia, conoció de historias de familias, especialmente en hogares donde la madre es la cabeza de familia, donde en ocasiones el niño o niña, no acude a clases porque “no hay para el desayuno o la merienda”, cuenta Kathi González, una madre soltera de 32 años, cuya hija de 13 años cursa el octavo grado en una escuela pública al sur de Maracaibo.
“Tuve tres días dándole solo dos comidas a la niña, arroz con huevo”, cuenta Kathi.
“Lleva dos días que no va al colegio porque no tengo como darle desayuno, lo que gano no me alcanza, además que tengo dos hijos más que también estudian”.
Como Kathi hay cientos de historias que se repiten una más difícil que otra. Mariana Pérez, quien prefirió que la llamáramos así, por ser una empleada pública y temer a represalias, no se detuvo en decir hace poco debió cambiar de escuela a su hija de ocho años, por no tener dinero para pagar la escuela –privada-, y a la vez cubrir la alimentación de la niña. “Mi esposo y yo trabajamos, aun así, no nos alcanza, el colegio privado aumentó a 5 mil bolívares mensuales, cuando el gobierno aumentó el sueldo, de lo contrario debían cerrar la escuela porque no tendrían para pagar los sueldos de los maestros”, indicó la joven madre.
Detalla Mariana, que su hija quien ahora estudia en el colegio Cristóbal Mendoza, en el casco central de Maracaibo, cuenta con el programa de alimentación escolar conocido como PAEZ. “Les dan arroz, caraotas, y huevo, cuando hay, pollo y carne tienen rato que no sirven, debido a la crisis”.
Mariana prefirió ahorrar el pago del colegio privado y el transporte para sí invertirlo en comida, “la niña lleva su comidita, y el plato que le sirven en la escuela, cuando hay, se lo regala a compañeritos que piden que les sirvan un poquito más”, narra conmovida la joven madre.
Cruda Realidad
Alicia Morán – así prefiere que la identifiquemos-, madre de cuatro hijos, no duda en decir “Si quieren ver la realidad de este país, párese en las puertas de una escuela (…), y verás la decadencia que hay en el país”.
Morán humilde mujer, ama de casa que hasta hace poco conseguía algo de dinero vendiendo en una pequeña quincalla que tuvo que cerrar por que ya no le generaba nada de ganancias, habló para 800Noticias, sobre la precaria situación de una de las escuelas públicas más reconocidas en la capital del Zulia, se trata de la Escuela Básica Dr. Joaquín Esteva Parra.
“La escuela el año pasado estuvo paralizada por casi tres meses debido al colapso de las cloacas, costó Dios y su ayuda para que las arreglaran ya por último Hidrolago- ente competente- puso hasta condiciones”, dijo la representante
Aunado al precario ambiente donde los niños debes escuchar clases se le suma, las condiciones en la que muchos asisten a recibir conocimientos. “En reuniones las maestras cuentan que hay niños que no van porque sus papás no tienen para la alimentación, al momento de la merienda las docentes se las ingenian de crear los llamados compartir para que unos le den un poquito al amiguito que no llevó nada”, cuenta conmovida.
En la actualidad los representantes unen esfuerzos para colaborar cada mes haciendo “un pote”, y así darle para los pasajes a media docena de maestras interinas. “Muchas maestras han renunciado para buscar una vida mejor, y han quedado las suplentes esas no reciben ni medio, y los que podemos colaboramos para darle para los pasajes, también hacemos sacrificios para contribuir con escobas, lampazos, y desinfectantes. Nadie no los pide sino que vemos y vivimos la realidad y por ello lo hacemos”, cuenta la mujer.
Las madres concluyen que educar a sus hijos está llegando a ser un lujo en Venezuela desde hace algunos años. “Esto no es de horita, solo que desde hace cuatro años se ha agravado la situación”, afirmó la señora Mariana.
Mostrando una cara de conmoción añadió explicando que hay niños en la escuela que sus zapatos ya no le aguantan y los faldas de las niñas ya no son “yomper”, sino minifaldas, ya que sus padres no han tenido como comprarles uniformes nuevos.
Gustavo Colina, un representante de la escuela básica 23 de Enero, situada en el sector 18 de Octubre de la capital zuliana, explico que tiene dos niños uno de 7 años y una de 1 un anito. “La escasez ha sido terrible. Cuando no tengo leche, para la bebé de 1 año le doy agua con azúcar, o le doy un cereal con agua, y cuando se conseguía espagueti, lo sancochaba, lo licuaba y se lo ponía en el tetero. Ahora ni siquiera la pasta se consigue. Yo hago una sola comida al día para poder alimentar a los niños, aunque con la escasez y lo costoso de los productos es poco lo que se puede comprar. Al niño mayor a veces no puedo enviarlo a la escuela debido que no tengo para darle dinero para el desayuno, es muy difícil poder resistir estos momentos que atraviesa el país.
Incremento de 9% desnutrición infantil
De acuerdo a los expertos, en Venezuela no hay cifras oficiales de desnutrición desde el 2007.
Sin embargo, de acuerdo a un estudio realizado por el Programa de Nutrición Comunitaria de la Fundación Bengoa, encargado de monitorear a las escuelas de Caracas, Maracaibo y Mérida, hay un incremento de 9% de desnutrición infantil entre 2014-2015.
Este mes de febrero, el Programa de Nutrición Comunitaria de la Fundación Bengoa que realiza investigaciones sobre esta área reveló que la desnutrición aumentó en la población infantil para el primero y segundo semestre del 2015, de acuerdo a un estudio que llevaron a cabo en 1500 alumnos en edad escolar y ubicados en escuelas donde se les garantiza el desayuno.