Paraguay considera un «desafío» la creación de una moneda común para Mercosur
EFE
El presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), José Cantero, dijo este lunes a los medios que la posibilidad de crear una moneda común para el Mercosur, como plantearon Argentina y Brasil, representa un «desafío» debido a los «ciclos distintos que tienen las economías de la región».
Cantero reconoció que la semana pasada, durante una visita a Brasil junto al ministro de Hacienda, Benigno López, el titular de la cartera económica brasileña, Paulo Guedes, les «comentó que hay una iniciativa» para impulsar una divisa única compartida por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Hasta el momento, la creación de la moneda común se limita a un anuncio realizado por el presidente de Argentina, Mauricio Macri, y el de Brasil, Jair Bolsonaro, durante la visita de este último a Buenos Aires la pasada semana.
Tras conocerse las intenciones de sacar adelante el «peso real», el Banco Central de Brasil aseguró que no existían proyectos al respecto, mientras que el Ministerio de Hacienda argentino puntualizó que no se habían establecido plazos al respecto y que llevaría mucho tiempo su implementación.
En Paraguay tampoco se han planteado discusiones al respecto, ni en el interior del BCP ni dentro del equipo económico, como señaló hoy Cantero a su salida del Palacio de Gobierno, donde participó en una reunión del Equipo Económico para lanzar un paquete de medidas de reactivación de la economía paraguaya.
Cantero evidenció que existen algunas dificultades para implementar una moneda única en los cuatro países debido a las diferencias de sus economías.
Paraguay y Uruguay, ambos países pequeños, presentan situaciones macroeconómicas estables, mientras que las gigantes economías de Argentina y Brasil atraviesan situaciones convulsas.
«Consideramos que es un desafío de distintos países, y a nivel Mercosur, crear instituciones que sean multinacionales, que tengan vida en distintos países», apuntó Cantero, ya que la entrada en vigor de una moneda única exigiría una legislación común y un órgano regulador supranacional.
En su opinión, una de las debilidades de la región son sus instituciones, de ahí que suponga un desafío «inmenso» la creación de organismos «que sean multinacionales».