¡Papás con las manos en la cabeza! |Lista escolar aumentó 560% en un año
Con información de Panorama
Con las quijadas abajo reciben padres y representantes los nuevos precios de libros y útiles escolares. Decidir qué priorizar de las listas es el común de muchos al momento de visitar las librerías.
“¿Cómo compro una lista escolar completa si tan solo un libro me cuesta 35 mil bolívares?”, se preguntó Mary Maldonado, madre de una niña que estudia cuarto grado, a quien le asignaron 10 textos para el aula de clases.
Un cuaderno en Bs. 14.000 (el año pasado oscilaba en Bs. 2.500) o una resma de papel en más de 70 mil bolívares (el 72% del actual salario mínimo) resultan ejemplos de lo duro que la tienen las familias marabinas para dotar de herramientas educativas a sus hijos.
En un recorrido hecho por Panorama en varias librerías y papelerías de la ciudad, se conocieron los actuales precios de los insumos exigidos a los estudiantes en distintos planteles educativos públicos y privados.
La diferencia de los costos es abismal en comparación con los de 2016, cuando la resma de papel se encontraba en Bs. 3.000. Mientras que una caja de lápices oscilaba entre Bs. 1.500 y 2.000, hoy se consiguen entre 12.000 y 15.000 bolívares.
Las cajas de creyones pasaron de costar de 4.000 bolívares a un máximo de 12.000; incluso en 20.000. En cuanto a los cuadernos, los de 100 hojas valen 10.000 y 14.000 bolívares, y los textos escolares oscilan entre los 15.000 y 30.000 bolívares.
El presupuesto para cubrir una lista escolar ronda los 400.000 bolívares, mientras que hace un año, la cifra alcanzaba apenas los Bs. 60.000, lo que se traduce en que hubo un aumento de 560% de los precios en 12 meses.
Dionisia Gutiérrez, representante, indicó que con sacrificio ha logrado reunir “lo más importante” de los útiles. “Me llevo lo que puedo, voy poco a poco y comparo precios —que suben casi todos los días— para adquirir lo que pueda. Cada vez es más difícil, por eso le digo a mi hija que valore el esfuerzo que uno hace”, dijo.
El trabajo se multiplica si son varios escolares. Este es el caso de Luisa Boscán, madre de tres hijos: uno está en sala de 4 años, el segundo en primer grado y el último en tercer año de bachillerato. “Por parte voy comprando lo que le toca a cada uno, porque no puedo comprar todo”, explicó.
Un gerente de una librería, ubicada al norte de la ciudad, quien prefirió mantener su nombre bajo confidencialidad, reiteró que las ventas han bajado “considerablemente”. “Hay mucha gente buscando precios, pero llevándose algunos artículos hasta donde les alcance el presupuesto”, expuso.
Algunos planteles se muestran más conscientes ante las dificultades que atraviesan los representantes para adquirir lo solicitado en las listas.