ENCUENTRO| Papa Francisco y presidente de Perú analizaron la situación de Venezuela
Agencias
El papa Francisco recibió este viernes en audiencia privada en el Vaticano al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, con el que hablaron de pobreza y corrupción en ese país en vista del viaje del pontífice a mediados de enero del 2018.
Se trató de la primera reunión de Francisco con Kuczynski, elegido en julio de 2016, durante la cual conversaron por casi media hora a puerta cerrada en el estudio privado del pontífice.
«Hemos hablado de lo que pasa en Perú, de la pobreza, del gobierno y de cómo van las cosas de los expresidentes, ya que algunos de ellos están en la cárcel», aseguró a la prensa el presidente peruano en declaraciones frente a la basílica de San Pedro.
«También de cómo va la lucha contra la corrupción y naturalmente de su visita a Perú a mediados de enero», agregó.
El encuentro con el papa era prioritario para Kuczynski, un exbanquero de Wall Street con pocas habilidades políticas, quien canceló esta semana por razones políticas internas su viaje a la Asamblea general de Naciones Unidas en Nueva York así como una reunión que tenía con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Le conté un poquito por qué tenemos nuevos ministros, se quedó tranquilo con mis explicaciones», comentó el mandatario peruano al ser interrogado sobre las consecuencias de la reciente crisis política en su país tras perder a todos sus ministros en un voto de confianza del Congreso.
En un comunicado oficial, el Vaticano explicó que durante el encuentro fueron «abordados varios temas de interés común, como la educación de los jóvenes, la protección del medio ambiente, el desarrollo y la lucha contra la pobreza».
«En todos los países de América Latina necesitamos reconciliación y la visita del papa sin duda ayuda inmensamente a ello», reconoció el presidente, quien recordó que Perú ha avanzado «con éxito» en ese camino tras los años del terrorismo y de la hiperinflación en la década del 90.
Venezuela, tema del encuentro
Durante el tradicional intercambio de regalos, Kuczynski, quien estaba acompañado entre otros por su esposa, Nancy Lange, le regaló al papa una pintura de la Virgen Desatanudos, venerada por Francisco desde su estadía en Alemania y un «varayoc», un emblemático bastón de mando inca.
El papa argentino recibió también una camiseta de la selección peruana de fútbol con grabado el nombre «Francisco» de manos del edecán militar presidencial, en un homenaje al partido contra la selección de Argentina del 5 de octubre por la penúltima fecha de la clasificatoria sudamericana a Rusia-2018, que se jugará en el mítico estadio La Bombonera.
Francisco, que en el curso del mismo viaje a América Latina visitará previamente Chile, del 15 al 18 de enero y luego Perú del 18 al 21 de enero, tiene programadas etapas a las ciudades de Lima, Puerto Maldonado y Trujillo, según adelantaron medios peruanos.
«Nos falta sólo definir dónde será la gran misa del papa a la conclusión de su viaje», adelantó el presidente.
La crisis en Venezuela también fue analizada durante la reunión y en particular con el número dos del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, con el que también mantuvo un encuentro privado.
«Nosotros decimos que se debe dejar entrar la ayuda humanitaria a Venezuela, porque hay mucha gente enferma y no hay medicamentos. El gobierno por razones de orgullo se opone a eso. Y la otra cosa es buscar un diálogo para lograr un sistema de gobierno transicional», resumió el mandatario, quien apoya en principio las mismas propuestas de la Santa Sede.
A Parolin, el mandatario ilustró la propuesta que Perú presentará en abril en la Cumbre de las Américas, para crear una Corte Interamericana contra la Corrupción, uno de los grandes males del continente y una de las batallas morales que el pontífice latinoamericano adelanta.
El papa, que acaba de regresar de un viaje histórico a Colombia para fomentar la reconciliación en ese país tras más de 50 años de conflicto interno, cumplirá una gira apostólica por los países asiáticos del 27 al 30 de noviembre en Birmania, y luego en Bangladés hasta el 2 de diciembre.