Tumulto puso en tensión partida del Papa Francisco
Asunción, Paraguay | AFP | El Papa Francisco terminó este domingo en Paraguay una intensa gira sudamericana que desde el 5 de julio también lo llevó a Ecuador y Bolivia, con una agenda intensa marcada por discursos contra la pobreza, el sistema económico y la corrupción.
Poco antes de despegar su avión a las 7:35 pm hora local, el Papa sostuvo un encuentro ante cientos de miles de jóvenes en un vibrante acto en las afueras de Asunción, a orillas del río Paraguay, en el que fue aclamado como una estrella.
Asumiendo el tono de un director de escuela, el pontífice volvió a pedir a la juventud que «hagan lío pero organícenlo bien».
«Necesitamos jóvenes con esperanza y fuertes de espíritu, no jóvenes debiluchos, que ni sí ni no (indecisos). No queremos jóvenes que se cansen rápido, y que estén con cara de aburridos», clamó.
El recorrido final de Francisco hacia el aeropuerto sufrió un contratiempo cuando una multitud rebasó las vallas y se aproximó peligrosamente al papamóvil en avalancha, impidiendo que se detuviera en el centro comercial Ycua Bolaños, donde un incendio mató entre 400 y 500 personas en 2004.
En la mañana, ofició una misa campal que reunió a un millón de peregrinos en el predio militar de Ñu Guazú, presenciada desde primera fila por el presidente anfitrión, Horacio Cartes, y su par argentina, Cristina Kirchner. El papa saludó a ambos mandatarios y recibió un cuadro como regalo de parte de ella.
Antes de llegar a este predio, el papa de 78 años visitó el barrio pobre de Bañado Norte de Asunción, vivo ejemplo de la desigualdad en Paraguay, donde no hay rastro del crecimiento que ha experimentado esta nación de siete millones de habitantes.
Alrededor de 40% de la población está sumida en la pobreza, cuando el país tuvo un crecimiento de 14,5% en 2013 y de 4,5% el año pasado.
Jovial, el papa hasta se dejó poner una gorra de béisbol por un vecino y posó risueño a los pedidos de fotos.
Entre los vecinos de este barrio, algo defradudados por su corta visita que les valió tantos meses de preparación, el papa defendió «la pelea» por la tierra y por una vida más digna.
María García, coordinadora de las organizaciones de Bañado, denunció ante el papa el desprecio del Estado hacia pobres como ellos, desplazados campesinos en un país donde el 1% de los propietarios de tierras controlan alrededor del 77% de la tierra productiva.
En las calles de Asunción hubo decenas de miles de personas los tres días de la visita papal, pero según observadores locales, en algunos actos asistieron menos peregrinos que lo esperado.
– Contra las ideologías –
Francisco lanzó el sábado el discurso más político de su gira, en un encuentro con la sociedad civil paraguaya donde aclaró que sus anatemas y reclamos a favor de los pobres y olvidados durante su periplo sudamericano, no corresponden a una ideología.
«Las ideologías siempre acaban en dictaduras. Piensan por el pueblo, no lo dejan pensar», dijo enérgico.
Este discurso impactó, al igual que el realizado el jueves en Bolivia, donde dirigiéndose a líderes de movimientos populares pidió «un cambio» económico, moral y ético para salvar a los pobres y a la tierra.
Sus palabras parecieron como un distanciamiento de los gobiernos de izquierda de Evo Morales en Bolivia y de Rafael Correa en Ecuador, países que también visitó esta semana y donde mostró gran afinidad con sus anfitriones.
El papa regresa en septiembre a América, esta vez a Cuba y Estados Unidos, tras su histórica mediación para la reconciliación entre esos dos países.