Papa desea un acuerdo rápido sobre cambio climático
Ciudad del Vaticano, Santa Sede | AFP | El papa Francisco deseó este martes ante más de 60 alcaldes de todo el mundo reunidos en el Vaticano que se llegue a un acuerdo en diciembre en París (Francia) para frenar el cambio climático, uno los mayores desafíos del mundo moderno.
«Tengo la esperanza de que en la cumbre de París se llegará a un acuerdo fundamental», confesó el papa argentino al referirse a la cumbre de la ONU sobre cambio climático que se realizará del 30 noviembre al 11 de diciembre en la capital francesa.
Unos 60 alcaldes de todo el mundo, entre ellos de grandes ciudades de América Latina, como Río de Janeiro, Sao Paulo y Bogotá, se reunieron el martes en el Vaticano para examinar formas de luchar contra el cambio climático y la trata de seres humanos.
Dos dramas que el papa Francisco condena claramente en su encíclica «Laudato si'» y que considera fenómenos entrelazados con la pobreza.
«No, no es una encíclica, no es verde, es una encíclica social», explicó el pontífice argentino, quien considera que «el crecimiento desmedido» de las ciudades es «un fenómeno mundial» que con sus «cordones de pobreza y miseria» afectan el medio ambiente y desata fuertes migraciones con sus consecuencias.
«La Santa Sede puede hacer muchos discursos en la ONU, pero si el mensaje no proviene de las periferias al centro, no tendrá algún efecto», reconoció Francisco, quien tomará por primera vez la palabra en la sede de la ONU de Nueva York el 25 de septiembre próximo.
El dolor de las esclavas modernas
El dolor de dos jóvenes mexicanas, explotadas sexualmente y forzadas a trabajar, conmocionó a los alcaldes, entre los cuales figuraban los de París, Madrid, Nueva York, Boston, San Francisco, Roma, Milán, Nápoles, Oslo, Estocolmo, Teherán, Argel, Abiyán, Acra, Libreville, Lubumbashi (RD Congo) y Johannesburgo.
Los desgarradores testimonios de Karla Jacinto y Ana Laura Pérez, abrieron el encuentro organizado por la Academia de Ciencias Sociales de la Santa Sede.
«De los 12 a los 17 años tuve 42.000 relaciones sexuales» reveló Jacinto, tras narrar una infancia infeliz, dominada por las abusos físicos y sexuales dentro de la propia familia.
«Soportaba el hambre, masticaba el plástico, no me daban de tomar, tenía que beber el agua con la que planchaba», fue el conmovedor relato de Laura, quien se sentía frágil, impotente, incapaz de huir y vivir libremente.
Ante el llamado de esas esclavas modernas, cuyos gritos no suelen ser escuchados en muchos rincones del planeta, la Iglesia católica liderada por Francisco decidió movilizarse.
«El papa Francisco es un ejemplo», confesó la recién elegida alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quien como el pontífice está convencida de que el primer paso para modificar las conductas es el de dar ejemplo.
«Esta es una sociedad que no ha educado su sexualidad», reflexionó la alcaldesa al denunciar la trata de seres humanos, que en general terminan en la prostitución.