Pandemia | Desacuerdos en Italia sobre protocolos para reinicio de clases
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Los ministros italianos implicados en la apertura de los colegios el 14 de septiembre, los responsables de la gestión de la pandemia y los representantes de las regiones no llegaron hoy a un acuerdo respecto a las últimas cuestiones abiertas como el uso de mascarillas en las clases, la medición de la temperatura o el transporte público.
A la reunión por videoconferencia asistieron los ministros de Educación, Lucia Azzolin; de Sanidad, Roberto Speranza; de Transportes, Paola De Micheli; y de Asuntos regionales, Francesco Boccia, así como los presidentes de todas las regiones italianas, que ya se han mostrado divididos sobre algunas de estas medidas.
También estaban presentes el Jefe de Protección civil, Angelo Borrelli, y el comisario extraordinario nombrado para gestionar la emergencia, Domenico Arcuri.
Al final de la reunión tanto los presidentes de Lombardia, Attilio Fontana, como el de Ligura, Giovani Toti, afirmaron que no se llegó a conclusión alguna y criticaron «las dudas» del Ejecutivo respecto a ciertos temas.
La ministra de Educación ha afirmado repetidamente que el curso escolar comenzará como previsto el 14 de septiembre y ya se han aprobado una serie de medidas aconsejadas por el comité científico-técnico, pero mientras han surgido problemas y divisiones sobre como poner en práctica esas normas.
Las normativas preven que no vayan al colegio los niños que presenten una temperatura de 37,5 grados, pero ¿quién es el encargado de medir la temperatura?
Sanidad ha pedido a los padres que tomen la temperatura de sus hijos antes de llevarles a clase para evitar aglomeraciones a la entrada o el posible contagio en los medios de transporte, pero algunos responsables regionales piden que se mida a la entrada de los centros.
El presidente de la región sureña de Campania, Vincenzo De Luca, opinó que «la hipótesis de que la temperatura se mida en casa y no en la escuela es poco realista» y anunció que en su región se está trabajando para medir la fiebre a la entrada de los centros educativos.
En Roma, la temperatura «debe» tomarse a cualquier persona que ingrese a centros preescolares y guarderías, incluidos padres y cuidadores, pero no en el resto de ciclos escolares.
Otro de los temas que está dividiendo a autoridades y expertos es el uso de la mascarilla en clase para los niños mayores de 6 años.
El presidente de la región de Liguria, Giovanni Toti, ya anunció que no estará de acuerdo con la obligación de tener la mascarilla durante las lecciones.
Otro de los temas que las regiones han presentado en la reunión sin obtener respuestas es la problemática del transporte público cuando comiencen el curso escolar y han pedido soluciones para que se pueda garantizar la distancia social.
Las reuniones entre el Gobierno y las regiones a 20 días del inicio del año escolar continuarán en los próximos días, han asegurado.
SE HAN COMPRADO 2,4 MILLONES DE PUPITRES NUEVOS
Por el momento, Italia ha comenzado una campaña para realizar las pruebas del virus a todos los profesores y personal escolar, lo que ya ha sido causa de preocupación pues se han detectado al menos 20 positivos, mientras que muchos han rechazado someterse al test, que no es obligatorio.
Para garantizar la distancia en las clases, Italia ha comprado 2,4 millones de pupitres individuales; además se entregarán 11 millones de mascarillas diarias y se habilitarán locales externos para nuevas aulas.
La ministra explicó que para crear clases con menos alumnos también se han realizado 100.000 nuevos contratos permanentes y al menos otros 50.000 contratos temporales para la emergencia.
Respecto a la necesidad de un mayor número de aulas para garantizar el distanciamiento entre los estudiantes, el Ministerio ha propuesto la búsqueda de otros espacios como cuarteles, centros deportivos e incluso hoteles. EFE