Panamá ahora tiene mayores capacidades para combatir a los disidentes de las FARC
EFE
Panamá tiene «mayores capacidades» que hace unos años para hacer frente al rearme de un grupo de exguerrilleros de las extintas FARC, dijo este jueves el ministro panameño de Seguridad, Rolando Mirones.
«Hoy en día tenemos mayores capacidades y tenemos un conflicto mucho menos grande de lo que fue en su momento», apuntó en una rueda de prensa el ministro, quien recordó que la guerrilla llegó a contar con más de 40.000 combatientes y actualmente está integrado por apenas 2.000 paramilitares.
Panamá sufrió durante años los efectos de la guerrilla colombiana, especialmente en el Darién, la inhóspita selva que hace de frontera natural con Colombia y que fue refugio de guerrilleros y narcotraficantes.
El Darién es, además, el único punto del continente donde se interrumpe la carretera Panamericana, que recorre América de norte a sur.
«A largo de todo ese conflicto, Panamá ha tenido hombres y mujeres en esa frontera que la han defendido y la han defendido de una manera eficiente (…) Confío plenamente en que los hombres y mujeres del Servicio Nacional de Fronteras van a saber lo que tienen que hacer», indicó el funcionario.
Mirones resaltó además las estrecha colaboración que Panamá ha mantenido «siempre con el gobierno colombiano e indicó que «los problemas de criminalidad son trasnacionales, los delincuentes no tienen fronteras, no tienen presupuesto no tienen leyes».
El que fuera número dos de las FARC, alias «Iván Márquez», cuyo paradero se desconocía desde hace más de un año, reapareció la semana pasado en un vídeo junto con otros exlíderes de esa antigua guerrilla para anunciar el inicio «una nueva etapa de lucha» armada.
Márquez, quien fue negociador por parte de la guerrilla en las conversaciones de paz con el Gobierno colombiano informó, en el video que se publicó en Youtube, de su intención de refundar un movimiento bolivariano que operará en la clandestinidad.
«Todas y todos los que se sientan bolivarianos vengan con nosotros que el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia es un inmensa bandera al viento que sigue en construcción y que podría tener en este momento la posibilidad histórica de dar el salto a la lucha política abierta», afirmó Márquez.
La reaparición del guerrillero se produce casi tres años después de que las antiguas FARC y el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) firmaran un acuerdo de paz en La Habana, Cuba.
La Justicia Especial para la Paz (JEP) de Colombia, el tribunal transicional que juzga a la guerrilla, ordenó la captura de Márquez, así como de otros disidentes como «Jesús Santrich».