Palestina acusa a Israel de desplazar a 150 personas en 72 horas
EFE
El primer ministro palestino, Rami Hamdala, acusó este jueves a Israel de haber desplazado forzosamente a 150 palestinos en las últimas 72 horas en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este.
«Las demoliciones de hogares y estructuras palestinas en la denominada Area C (de Cisjordania) dañan a las comunidades más vulnerables y violan los derechos básicos de los palestinos, incluido el de vivir en seguridad en sus casas», denunció Hamdala.
El jefe del Gobierno palestino lamentó que «el incremento de demoliciones sufrido en 2016 parece que continúa también este año».
Según datos de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) en los territorios palestinos, el pasado año Israel derribó o confiscó 1.089 estructuras palestinas en Cisjordania y Jerusalén Este, lo que desplazó a 1.593 palestinos y afectó a la forma de vida de otros 7.000, las cifras más altas desde que empezó hace ocho años a hacer un seguimiento de la cuestión.
En los últimos tres días, el Ejército israelí ha derribado sesenta casas y estructuras en las comunidades beduinas de Bir Al Maskub y Wadi Sneysel (cerca de Jerusalen) y en Jirbet Tana (al este de Nablus), que, según los datos de Hamdala, han supuesto el desplazamiento forzoso de 150 palestinos, la mitad de ellos menores.
También se han demolido estructuras agrícolas en las áreas de Qalqilia y Hebrón, en el norte y sur de Cisjordania.
En el caso de Jirbet Tana, se trata de la quinta vez en el último año que las fuerzas israelíes derriban viviendas, denuncia Hamdala, que advierte también de los planes para destruir una escuela en la localidad de Jirbet Tanafor, por séptima vez desde 2011.
«En marzo de 2016 las fuerzas israelíes devastaron los sueños de 17 estudiantes palestinos demoliendo su escuela. La comunidad ha reconstruido el colegio con la generosa asistencia de la Unión Europea», explica.
Hamdala acusa a Israel de tratar de «transferir forzosamente» a los residentes de Bir Al Maskub, Wadi Sneysel y otras 46 comunidades beduinas, en las que viven 8.000 personas, para el plan de asentamientos conocido como E1, que acabaría con la contigüidad territorial palestina en Cisjordania y la comunidad internacional ve como una amenaza a la viabilidad de un futuro estado palestino.
«Estas demoliciones son parte integral del régimen colonial sistemático e institucionalizado que sostiene la ocupación israelí y trabaja para hacerla permanente. Son precisamente estos actos ilegales los que llevaron al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar la resolución 2334», que condenó el pasado diciembre las colonias y su ampliación, asegura el jefe del Gobierno palestino.
Israel argumenta que las demoliciones que lleva a cabo son de estructuras no autorizadas y que no cuentan con los permisos de construcción pertinentes. EFE