Países del Alba denuncian «estrategia imperial» contra proceso de integración
EFE
El consejo de ministros y cancilleres de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) denunció este jueves en Managua una presunta «estrategia imperial» de desarticulación contra los procesos de integración latinoamericana y caribeña.
En una declaración, leída por el secretario ejecutivo del ALBA-TCP, el excanciller boliviano David Choquehuanca, también expresaron su preocupación por el «incremento» de la presencia y cooperación de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en algunos países de América Latina y el Caribe, «lo que es una potencial amenaza para la paz y seguridad regional».
«Alertamos a la comunidad internacional sobre el avance de sistemas políticos de extrema derecha a nivel internacional, y en especial en nuestra América, ese avance podría significar el incremento de las agresiones en contra de los pueblos y gobiernos progresistas de la región», señalaron en el documento.
También denunciaron los intentos del Gobierno de Estados Unidos de resucitar la doctrina Monroe, «inaceptable justificación política de intervencionismo y dominación imperialista en la región».
Los participantes de la XVII reunión del Consejo Político del ALBA-TCP reafirmaron la necesidad de fortalecer la unidad de la región a través de la concertación política, la integración, así como la defensa de la soberanía sobre las bases de los principios de la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz aprobada en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en 2014.
Además, exhortaron a los gobiernos de América Latina y el Caribe a preservar los avances en materia de integración y fortalecimiento de la solidaridad regional.
Asimismo, destacaron «la importancia y el impacto» que el Banco del ALBA ha tenido en la región «y siguen teniendo por valor equivalente a 400 millones de dólares y que durante estos 10 años han favorecido a un amplio grupo de proyectos de desarrollo de gran beneficio para nuestros pueblos».
También exigieron el cumplimiento de los propósitos de la carta de las Naciones Unidas, del derecho internacional, las soluciones pacíficas de controversias, la prohibición del uso de la amenaza, uso de la fuerza, el respeto a la libre determinación a la soberanía e integridad territorial y la no injerencia en asuntos internos de cada país.
El ALBA-TCP también recordó a Estados Unidos el aporte significativo que los migrantes de esta región generan a la sociedad estadounidense, «por lo que promueven los principios universales de la no discriminación por condición de nacionalidad, raza, género o condición social».
Asimismo, expresaron su respaldo a los Gobiernos de Nicaragua y Venezuela que están inmersos en crisis sociopolítica.
La XVI Cumbre de Jefes de Estados y de Gobierno del ALBA-TCP se celebrará el 14 de diciembre próximo en La Habana, Cuba.
El Gobierno de Nicaragua informó que más de 30 delegados de los países miembros participaron en el consejo de la ALBA-TCP.
Entre los representantes estuvieron el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza; su par de Bolivia, Diego Pary Rodríguez, así como el secretario general de ALBA-TCP, el excanciller boliviano David Choquehuanca, entre otros.
La ALBA fue creada el 14 de diciembre de 2004 en La Habana mediante un tratado constitutivo firmado entre Cuba y Venezuela, al que después se unieron Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada, y San Cristóbal y Nieves.